Luego de 34 años como banderillero… ¡MARTÍNEZ KINGSTON torea por PRIMERA VEZ en el campo!  (*Fotos y Video*)

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Hace 34 años el subalterno Mauricio Martínez Kingston hizo su examen como miembro de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, sus buenas maneras le llevaron a formar parte de las cuadrillas de los diestros de mayor prestigio… sin embargo, apenas ayer ‘toreó por primera vez’ en el campo bravo.

El experimentado rehiletero sufrió hace dos años y medio en la Plaza México una terrible cornada que lo puso a las puertas de la muerte. Un percance que muchos apostaban lo quitaría del toro. Fueron treinta meses muy duros porque además de la rehabilitación, los ingresos económicos comenzaron a disminuir. Pero los toreros están hechos de otro material y ayer volvió a ponerse delante de una res brava. Fue en la ganadería de La Estancia.

‘Tras la cornada surgieron muchos problemas, físicos y de índole económico, pues yo vivo de mi profesión. Durante la convalecencia trabajé en varias cosas para salir adelante, pero la vocación te llama’, reconoce Mauricio, quien se mudó a Aguascalientes por el gran ambiente taurino que hay en esa ciudad.

‘Tenía la intención de probarme en el campo bravo entre julio y agosto. Pero todo se adelantó. El diestro Alejandro Martínez Vértiz y su padre me invitaron al campo, les dije que sí, que iría. Pero no pensé que sería pronto. A los pocos días me habló otro torero, el matador El Chihuahua para ponernos de acuerdo e ir a tentar allá. Todo fluyó. Toree en La Estancia por primera vez… en esta segunda vida que tengo’, afirma categórico.

‘No fue un tentadero fácil, porque ahí echan todo  muy serio. Tenía dudas sobre sí podría hacerlo. No sabía si el valor se había ido, no sabía qué pasaría. Pero bastó que me dijera el ganadero, “torero póngala al caballo”, y todas las dudas se desvanecieron. Salí al encuentro de la vaca, extendí el capote y las dudas en el acto se esfumaron’, confiesa.

La cornada fue tan grave que al día de hoy tiene secuelas. Le  quitaron medio pulmón izquierdo, le colocaron seis placas de titanio en las costillas y perdió la visión periférica del ojo izquierdo. ‘Pero mírame, volví a nacer y estoy en camino para vestir de luces nuevamente. Quiero ponerme al ciento por ciento y reaparecer’.

Hombre agradecido, da gracias ‘primero a Dios, que me dejó vivir para seguir haciendo lo que más me gusta. También al diestro Martínez Vértiz y su padre, así como a Antonio García El Chihuahua, Curro González y Arturo de Alba, por su invaluable apoyo. Y más allá de todo, quiero agradecer a mi hija, que vivió todos esos momentos tan duros a mi lado. No le dije que había ido al campo, pensé que se enojaría, pero no, todo lo contario. Me mostró tal apoyo que te inunda el corazón de fortaleza’ dice el torero, que es ejemplo de vida.

*Las fotos son de Curro González