SOCIOS GANADEROS, Arturo Gilio y Arturo Saldívar apuestan por encaste español Domecq-Parladé

El diestro en retiro Arturo Gilio y el valiente hidrocálido Arturo Saldívar se convirtieron en socios ganaderos en la crianza de astados de encaste español Domecq-Parladé.

En 1994, Arturo Gilio Hamdan inició su etapa como criador de reses bravas al adquirir la dehesa que en la década de los 70 fundó Manuel Ernesto Arce, en Coyame, Chihuahua, con vacas y sementales de Jesús Cabrera.

Gilio trasladó la ganadería a su actual asentamiento, en Mapimí, Durango, en el rancho El Peñolito, donde durante 24 años afianzó una importante ganadería en la que tomó la decisión de cambiar toda su simiente, incluyendo ganado de Jesús Cabrera, Garfias, Santa Bárbara y Herederos de Teófilo Gómez, hasta obtener ejemplares nobles y con recorrido.

Tras haber logrado ese primer objetivo y con la intención de buscar un mejor toro es que unió fuerzas con Saldívar, quien ya comenzaba a formar su ganadería en Michoacán, donde tenía reses bravas de encaste español de Domecq-Parladé, vía Santa María de Xalpa y La Joya, bajo el nombre de Santa Cruz de Retamar, pero sin registró en la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, razón por la que todo su ganado se pasó a la de Gilio y es ahí, en El Peñolito, donde ya pacen los bureles que serán lidiados también bajo el nombre de ‘Arturo Gilio’.

Entre mayo y junio se llevó a cabo la tienta de cuatro vacas de sangre mexicana y doce de encaste español que en general arrojaron muy buenos resultados. El encargado de dirigir la tienta fue el enrazado Arturo Saldívar, quien contó con el apoyo de Arturo Gilio hijo.

Aquel día atestiguó las labores de tienta el ganadero de La Joya, José Antonio González Esnaurrizar.

El debut de este encaste en corrida de toros se tiene previsto para los primeros meses del próximo año y es que los criadores preparan un encierro que por esas fechas contará con cinco años de edad y dicen, imponente trapío.