¿Y Sergio Flores?
Por Gustavo Mares
La segunda parte de la temporada taurina en nuestro país comenzó ‘a tambor batiente’ con carteles para todos los gustos, pero con la ausencia notable del triunfador Sergio Flores en las principales ferias de agosto.
Hace apenas un par de días, el tlaxcalteca fue anunciado para septiembre en la Feria de Zacatecas y también para actuar en Provincia Juriquilla, pero antes de esos seriales no tiene una sola fecha firmada pese a haber ‘arrasado’ en la corrida del pasado 12 de diciembre en la Plaza México, donde alternó con el ‘Monstruo de Galapagar’, José Tomás. Aquel día, para la mayoría de la prensa especializada, fue Flores quien se llevó ‘el gato al agua’. Joselito Adame también cortó par de apéndices.
Más allá de simples retazos de toro está el resultado a futuro de ese festejo. Los especialistas consideraron que tras aquella tarde, Joselito y Sergio acapararían todos los carteles. Que serían ellos, con una intensa lucha dentro del ruedo, los que definirían quién es el torero más importante de nuestro país, necesitado de una figura de arrastre taquillero.
Alternaron aquí un par de tardes y posteriormente viajaron a España para presentarse en la Feria de San Isidro en Madrid. Por parte de los coletudos aztecas se anunció, además de los referidos toreros, a Luis David Adame, a nadie más. Los aguascalentenses, representados por la casa de apoderamiento más grande de nuestro país hicieron el paseíllo por partida doble. El tlaxcalteca, sólo una vez.
Durante su presentación venteña, Flores salió acompañado por el varilarguero mexicano Luis Miguel González, quien se encuentra envuelto en una polémica con la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, que lo acusa de desvío de recursos.
Pese a la polémica entre el picador y la agrupación mexicana, así como la relación que se supone habría entre los sindicatos de subalternos de ambos países, Luis Miguel picó el segundo toro del lote del tlaxcalteca, lo que fue como ‘aventar un cerillo a la gasolina’. Pasa de noche, que si el varilarguero mexicano pudo actuar en Madrid es porque ante las leyes cubrió los requisitos establecidos.
Versiones sobre la ausencia de Sergio Flores hay varias. Algunas apuntan a una ‘venganza’ por ese hecho. Oficialmente, ninguna parte se ha pronunciado al respecto. Otras voces consideran que es un plan orquestado por organizadores y toreros que ven en el tlaxcalteca a un difícil alternante, mientras que otros señalan que todo se debe a que la representación del torero de Apizaco se ha mostrado ‘tibia’ durante la controversia que se generó tras la comparecencia del varilarguero.
Más allá de culpas u omisiones, la fiesta brava y los aficionados son los que pagan los platos rotos. El pique -que además es real- entre Sergio Flores y Joselito Adame es para explotarlo al máximo. Para presentarlo en todos los escenarios. Es un duelo interesante porque se trata del torero modesto que sueña con abrirse paso y del diestro ‘insignia’ de importante casa de apoderamiento. Tan bueno uno como otro, espectáculo garantizado, programación que se antoja ‘de pronóstico reservado’ pero que por cuestiones aún desconocidas no se ha explotado de forma adecuada.
Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Beneficiará el cambio de administración pública la fiesta brava mexicana?