La cornada en la muñeca izquierda que sufrió en España el valiente novillero Pablo Martínez ‘Finito’, hace un par de semanas mientras toreaba en el Cortijo Del Prado, en Segovia, fue más grave de lo que se pensó de inicio.
Durante las pasadas dos semanas, el huamantleco de 19 años de edad, no sentía los dedos de la mano ‘pensaba que era parte de la cornada. Me dolía mucho pero creí que era normal. Apenas el pasado fin de semana, ya en Madrid, donde actualmente vivo, fui al médico, que me revisó y se encontró con que la cornada fue más seria de lo que imaginé’, comenta.
‘El médico, tras evaluarme, decidió que era necesaria una nueva operación pues tenía res tendones seccionados y daños en una arteria. Me dijo que era urgente el quirófano. La operación duró tres horas’, reconoce el tlaxcalteca a quien se le conoce como ‘Finito’.
‘Honestamente me duele mucho el cuerpo, el brazo, la mano. Pero me duele más el alma. Perdí quince días de recuperación porque creí que, tras la primera operación a la que me sometí el día del percance, ya estaría bien. Pero no fue así. Ahora a esperar y hacer frente a lo que venga. Pensé que podría haber sido una infección o algo así, pero fue más serio de lo que se creyó’, asevera.
Pablo Martínez ‘Finito’ fue operado en el Hospital Universitario La Paz, en la capital española. El parte médico, firmado por el doctor Jorge Bonastré Julia dice, en su parte medular: ‘Al retirar puntos de sutura se objetiva gran hematoma subyacente que al limpiar deja en evidencia varios tendones flexores seccionados y arteria cubital con sangrado pulsátil, por lo que se decide realizar intervención quirúrgica’.
Dolorido pero con el ánimo intacto, ‘Finito’ dice categórico: ‘Esto es parte de la profesión, es más, estoy consciente de que esto no es nada, pues los toros te pueden arrancar la vida. Reitero que me duele el alma, no tanto el cuerpo. Ya quiero volver a ponerme delante del toro’.
FUNDACIÓN MARTHA AURORA
Tras el percance y el reposo que deberá guardar, surge un ‘drama’ ajeno al que se vive en el ruedo los días de corridas. ¿De qué se mantendrá todo este tiempo en el que debe guardar reposo?
Martínez, dice sin pensarlo dos veces: ‘Tengo la bendición de que me apoya la Fundación Martha Aurora AC., a la que pertenece el maestro Guillermo Ibarra, quien me apoya mucho. También cuento con el apoyo de mi familia. Aquí en Madrid vivo en un piso que rento junto a dos becarios de la misma fundación, ajenos a la actividad taurina’.
La relación de ‘Finito’ con esta fundación surgió de forma altruista. ‘Conocí esa fundación porque durante un año fungí como voluntario. Ahí se apoya a personas con Alzheimer y con parálisis cerebral. Lo hice porque me gusta ayudar. Pasó el tiempo y poco después del año fue que me llegó la oportunidad de venirme a España, lo que hice. Mi sorpresa fue muy grande, cuando en la misma fundación me dijeron que me apoyarían. Fue algo muy bonito y sorpresivo. Hoy, evidentemente, les estoy infinitamente agradecido, no sólo con la Fundación Martha Aurora AC., sino también con mi familia’.
El torero huamantleco es fiel ejemplo que ‘quien obra bien, bien le va’.