Alternativa: HECHO EN MÉXICO

Hecho en México

Por Gustavo Mares

El elenco de la próxima Temporada Grande sorprendió a propios y extraños porque a diferencia de otras ocasiones, ahora se le dio un importante espaldarazo a la tauromaquia mexicana.

Aparecen nombres de diestros que tenían varias campañas alejados del coso más grande del mundo.

Será grato ver de nueva cuenta a toreros que le van fuerte al de negro y que por diversas circunstancias no habían sido programados en el máximo recinto taurino de nuestro país.

El serial que se avecina, y que se sabe arrancará el 11 de noviembre, será vital para el desarrollo de la tauromaquia en nuestro país por diferentes motivos. Anote usted, entre otros: la época política que atraviesa la nación y en la que es habitual que políticos de poca monta, carentes de ideas que puedan generar cambios verdaderos y necesarios en nuestro país, se decantan por atacar la tauromaquia para atraer los reflectores mediáticos. Les pasa de noche el carácter cultural, ecológico y la fuente de empleos que giran en torno al arte de lidiar reses bravas.

Será también destacado para la renovación de la baraja taurina azteca necesitada de figuras de importante imán taquillero. Al mismo tiempo será una exigente prueba para los matadores de toros arropados por los grandes consorcios de apoderamiento, que tendrán que ‘medirse’ con diestros que navegan por la carretera libre y que en muchas ocasiones son desdeñados por los organizadores.

Habrá que esperar a conocer las combinaciones que integrarán el serial y que, según se dice, podrían hacerse públicas el día 18 de este mes.

Carteles balanceados con los toreros ‘fifís’ –palabra ahora de moda- y con aquellos coletudos que se han curtido en la dureza de las plazas de pueblo, donde suelen salir toros de imponente trapío e intactas cornamentas, podrían resultar de gran atractivo, así como una dura competencia en el ruedo, pues más allá de que algunos de los toreros que encabezan el elenco formen parte de las grandes casas de apoderamiento está claro que nadie les ha regalado nada y que no están ahí por su ‘linda cara’. Tendrán que salir cada tarde a defender su sitio contra aquellos que quieren ocupar dichos lugares.

En el renglón de la materia prima- los encierros- será también harto interesante observar si saldrán por la puerta de toriles astados ‘hechos y derechos’ que contrasten con lo que suele aparecer cuando actúan las figuras ultramarinas que exigen lo que en su país de origen no suelen hacer.

Más allá desi este espaldarazo a la torería mexicana obedece a que las autoridades en turno harán valer o no la Ley de Espectáculos para el Distrito Federal (ahora Ciudad de México) que obliga a que haya por lo menos el cincuenta por ciento de actuantes de la misma categoría en cada espectáculo, lo que hasta el futbol de la primera división cumple, es momento de que los toreros den el ‘do de pecho’ para demostrar que en México ‘también hace aire’, que lo ‘hecho en México está bien hecho’.

Pero todo este esfuerzo no valdría de nada si los aficionados, los que dicen amar este bello espectáculo, no se retratan en taquilla. El toreo es un arte vivo que requiere de la retroalimentación en los tendidos.

Habrá que esperar a que la empresa haga dos anuncios de relevancia: los carteles y la fecha oficial de la inauguración.

Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Quién complementará el primer cartel al lado de Enrique Ponce y Joselito Adame?