*Volverá a vestir de luces el próximo 1 de noviembre en Ciudad Hidalgo
Uno de los diestros que tuvo pasta de figura del toreo y que los escoyos de la vida se lo impidieron es, sin duda, el espada mexiquense Fermín Spínola, quien apenas el reciente 27 de agosto cumplió 18 años de la alternativa que el maestro Curro Rivera le otorgó en el coso “El Paseo” de San Luis Potosí ante la presencia de Óscar López Rivera, con el toro llamado “Cadete” de la dehesa de Claudio Huerta y ahora, tras diez meses de no vestir de luces, reaparecerá actuando el próximo jueves 1 de noviembre próximo en la plaza de Ciudad Hidalgo, Michoacán, dentro de la tradicional corrida de Todos los Santos, según se anunció en una rueda de prensa encabezada por el alcalde de dicha localidad, José Luis Téllez y por el tesorero municipal José Luis Palomares Laredo.
Presente en la reunión, junto con uno de sus alternantes en tal fecha, Juan Pablo Llaguno, Fermín Spínola aclaró: “Nunca me he ido de la fiesta y disfruto cada momento de mi vida torera”.
El cartel entonces para el coso “El Relicario” de Ciudad Hidalgo, ese 1 de noviembre en punto de las 16:00 horas, es con Fermín Spínola como primer espada y los queretanos Octavio García “El Payo” y Juan Pablo Llaguno, quienes habrán de lidiar ejemplares de la dehesa de Xajay.
Sobre la combinación, comentó: “Hay tres generaciones distintas. ‘El Payo’ está en gran momento y Juan Pablo ya tiene tres años de alternativa y, yo, un torero con experiencia y madurez, pero sobre todo con la ilusión de vestirme de torero de 41 años de edad.
En plática telefónica con este medio, Spínola nos recuerda que su más reciente aparición vestido de luces fue el 17 de diciembre de 2017 en el coso Monumental de Mérida, Yucatán, alternando con el galo Sebastián Castella y Luis David Adame, en la lidia de ganado de Villa Carmela, llegando hasta ese momento a poco más de 350 corridas toreadas.
Sobre los lapsos en los que ha dejado de torear, Fermín fue sincero al decir que “se ha debido a varias circunstancias, como el haber luchado hace cuatro años contra un severo padecimiento de cáncer, el momento que está viviendo la Fiesta Brava en el país, los altibajos en mi carrera, mis administraciones, el sistema actual al que no he podido entrar y situaciones extra taurinas que han hecho que decida mejor no torear. Sin embargo, mi afición está intacta y ahora mismo me siento física, mental y taurinamente mejor que nunca, de ahí que esté puesto para reaparecer con la misma ilusión, pero con mayor madurez, disfrutando del toreo sin presión alguna y siendo fiel a mi concepto torero”.
Fermín Spínola es un diestro triunfador como torero, con un toro indultado en la Monumental Plaza México, a “Vinatero” de De Santiago, el 2 de marzo de 2003 y un rabo en la misma plaza, de “Príncipe” de Los Encinos, el 12 de febrero de 2012, además de ganar una “Oreja de Oro” en febrero de 2011 en la Feria de León, Guanajuato, pero igualmente ha sido un triunfador de la vida y por ello es un ejemplo.