‘Me fui a portagayola y fue ahí donde el segundo de mi lote me pegó la cornada. Sentía que era extensa, pero no me iba ir a la enfermería hasta concluir mi labor. El toreo es de grandeza, por eso me quedé en el ruedo’, asegura desde el hospital de Pachuca, donde convalece, el diestro mexiquense Ernesto Javier ‘El Calita’, quien sufrió una cornada grande, no grave, mientras actuaba en la Plaza Vicente Segura.
‘Los médicos están sorprendidos por mi recuperación. En gran parte se debe a que estoy fuerte porque entreno mucho. Son gajes del oficio. Es mi segunda cornada. La primera fue hace ya algunos años en España. Aquel percance fue penetrante de vientre’.
‘Pasé la noche con las molestias propias de la herida, pero muy contento de que pude cortar una merecida oreja. No me sentía a gusto porque pinché mi primer trasteo, mismo que me pudo haber redituado en el corte de las orejas. Afortunadamente triunfé y eso es lo que cuenta, porque me quiero instalar en figura del toreo’.
Señala categórico que pese a este percance no piensa perderse uno solo de los compromisos que tiene firmados. A saber: el 11 de noviembre en Teocaltiche; el 12 de diciembre en Ciudad Lerdo; el uno de enero en Mazatlán y el día 6 en la Plaza México.