*Leo cumplirá con su tercera aparición en el gran coso de Insurgentes y desea salir en hombros
El diestro de Aguascalientes Leo Valadez, quien en recientes días ha llevado a efectuado una intensa preparación de cara a su regreso a la Monumental Plaza México el próximo domingo 25 de este mes, en el marco de la tercera corrida de la Temporada Grande Internacional 2018-2019, platicó con nosotros y las siguientes son sus intenciones, motivos y deseos por estar bien.
“La verdad es que me siento ilusionado y volver a la Monumental Plaza México, una de las más importantes a nivel mundial, es todo un orgullo. Le tengo mucha fe a la corrida y saldré a dar todo de mi parte”, comentó Valadez luego de haber tentado en la dehesa jalisciense de Daniel Cortina.
Sobre el encaste español de Domecq que va a lidiar en el gran coso de Insurgentes, a través de la dehesa duranguense de Arturo Gilio, Leo señaló:
“Eso me va muy bien. Como se sabe, mi trayectoria novilleril fue en Europa y me hice lidiando ese tipo de ganado, así es que voy a llegar más que bien mentalizado”.
Para el joven espada esta será su tercera aparición en el ruedo del enorme embudo taurómaco del país, recordando que su confirmación de alternativa fue el 26 de noviembre de 2017, siendo su padrino el ibérico Cayetano Ordóñez y los testigos Arturo Saldívar y el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, con el toro “Arrogante” de Jaral de Peñas y ahora un año después regresa al mismo escenario curiosamente dentro del mismo cartel que se dio en su segunda aparición, el 11 de febrero de este 2018, es decir, con Arturo Macías y el caballista alicantino Andy Cartagena, ocasión en la que éstos dos últimos dos salieron en hombros por la Puerta Grande de El Encierro. ¿Qué te parece la coincidencia?
“Me parece bonita, nada más que ahora deseo de verdad que yo salga con ellos en hombros. Sólo espero que me cambie la suerte. Ahora es borrón y cuenta nueva”.
Dentro de esa ardua preparación que ha llevado a cabo, Leo ha tentado en las dehesas de Claudio Huerta, Daniel Cortina, San Isidro y Montecristo, además de matar un par de toros a puerta cerrada.