Gran semillero de la novillería
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*El coso de Puerto Vallarta, Jalisco, junto con el de Arroyo, eran antesalas de las grandes plazas
ADIEL ARMANDO BOLIO
La que fuera famosa plaza de toros “La Paloma” de Puerto Vallarta, Jalisco, está cumpliendo 33 años de haberse inaugurado y se significó por ser un auténtico semillero de toreros al montarse durante muchos años 30 o más novilladas, del mes de noviembre al de junio o julio, en festejos de cuatro espadas y mismo número de astados a partir de las 17:00 horas cada miércoles.
El coso se inauguró una corrida de toros que torearon en mano a mano Miguel Espinosa “Armillita Chico” y Ernesto Belmont, siendo el ganado de De Santiago.
Se sabe que antes de “La Paloma” estaba otra plaza de nombre “La Pandereta”, misma que estaba ubicada frente a Plaza La Marina y su dueño, el matador de toros y ganadero Teófilo Gómez, decidió desechar ese inmueble y levantar entonces el coso “La Paloma”, mismo que desde hace más de cinco años está prácticamente parado, cuando menos sin Fiesta Brava debido a la falta de turismo y a la inseguridad.
Sin duda, “La Paloma” es un escenario y una vitrina que los novilleros deberán extrañar profundamente pues junto con la de Arroyo, en la Ciudad de México, albergaban un alto porcentaje en números de novilladas cada año. Sin embargo, los tiempos cambian, surgen otras ideas para no descuidar el renglón novilleril, aunque en la actualidad, es una tristeza, que el número de chavales en esta condición son muchos y pocos son los que torean o tienen la oportunidad de mostrarse.
Varias empresas, sobre todo las de la Monumental México y Espectáculos Taurinos de México ponían mucha atención en lo que sucedía tanto en Puerto Vallarta como en Arroyo pues se instalaron como antesalas de cosos como la México y Guadalajara. Una pena que “La Paloma” se festeje ahora sin festejos taurinos.
