El caballista yucateco Cuauhtémoc Ayala vive momentos de contraste. Por un lado, suma éxitos y triunfos que lo han llevado a posicionarse como el rejoneador mexicano que más torea en nuestro país, según los escalafones taurinos. El centauro del sureste va ‘hombro con hombro’ con el rejoneador portugués Diego Ventura, quien apenas lo supera por un sólo festejo. En el rubro de trofeos, tanto el mexicano como el europeo van parejos.
Sin embargo, no todo ha sido ‘miel sobre hojuelas’ estos días para el caballista yucateco, que durante el pasado fin de semana sufrió una dura pérdida. ‘Estaba toreando en la plaza de Temax y sobrevino un percance que le costaría la vida a mi caballo Sultán. Fue doloroso tener que dormirlo, porque para un rejoneador una cabalgadura es más que una mascota. Se convierte en parte de tu familia’.
‘A Sultán lo tuve durante seis años. Yo lo puse. Era un caballo muy importante en mi cuadra. Pensando en que fuera un torero de a pie, podría decirte que era mi “capote-cañón”. Muy seguro para cubrir los tres tercios. Apenas el pasado domingo, con Sultán recibí a portagayola al primero de mi lote. En el segundo sobrevino el accidente que le costó la vida. Estoy devastado, muy triste. Pero el toreo es hermoso y duro al mismo tiempo. Tocó pagar tributo. Lo enterramos en el rancho, ahí descansará siempre’, agregó.
El rejoneador vive su duelo como profesional y aunque por dentro está ‘quebrado’, no deja de entrenar, sabedor de que es la única manera de mantenerse en la cima del escalafón.
Los próximos compromisos que tiene en puerta son el 2 de febrero en la tradicional Corrida de La Candelaria, a celebrarse en la plaza yucateca de Valladolid, donde alternará con el rejoneador español Óscar Mota, en un festejo en el que se anuncia a pie al torero de la tierra, Michelito Lagravere.
El día 4 partirá plaza en Dzán, Yucatán, donde a pie actuará el novillero André Lagravere ‘El Galo’.
La próxima semana, el centauro del sureste dará a conocer los pormenores de la temporada que prepara para el viejo continente.
