*Fotos de Ángel Sainos
El novillero Sebastián Ibelles se encerró con cuatro bureles de La Guadalupana, en la Plaza La Florecita de Cuidad Satélite, donde sólo pudo cortar una oreja porque no anduvo fino con la toledana. El chaval mexiquense dejó constancia del oficio y la gran entrega que atesora. Mantuvo el interés del público durante todo el festejo.
El coso registró un tercio de entrada. Los novillos de La Guadalupana, ganadería propiedad de Juan Flores Chávez, bien presentados, se prestaron para el lucimiento en términos generales. Los restos del primero de la tarde fueron ovacionados en el arrastre. Los tres primeros astados que saltaron al ruedo arrancaron la ovación popular por su gran trapío.
El balance artístico en la encerrona de Sebastián Ibelles es el siguiente: ovación tras aviso, oreja, ovación y vuelta al ruedo.
En el festejo actuó el sobresaliente Manolo Serna, quien se dejó ver en una serie de emocionantes quites. Toreó por caleserinas y navarras que le fueron aplaudidas.
