GUADALAJARA.- Gran actuación del hidrocálido Leo Valadez en el festival benéfico celebrado en el Cortijo Los Fernández. Ante un lleno se lidiaron novillos de diversas ganaderías. El cuarto, de San Constantino fue indultado.
Javier Conde, oreja; Antonio García ‘El Chihuahua’, dos orejas, Luis David, oreja; Leo Valadez, orejas y rabo simbólicos tras indulto.
EL FESTEJO
“Caritativo”, de 410 kilos, de la ganadería de San Isidro, el abre plaza que tocó en suerte a Javier Conde, ejemplar de justa fuerza pero con un fondo de nobleza que permitió al español detalles artísticos y de gran clase, toreando con parsimonia por naturales y provocando los sentidos olés del respetable. Al final de su actuación fue premiado con una oreja.
“Colorado”, de 430 kilos, del hierro de San Pablo, fue un ejemplar complicado, que correspondió a Antonio García “El Chihuahua”, que con el capote dejó la vistosidad en las zapopinas, y con las banderillas el lucimiento que le caracteriza. Asentado buscó llevar al novillo que no regalaba nada, pero con el que mantuvo la firmeza logrando ligar series de calidad que rubricó con una gran estocada recibiendo que lo llevó a cortar dos orejas.
Luis David cortó una oreja a “Solidario” de Chinampas, saludando por chicuelinas, y con la muleta buscó el toreo reposado, de gusto y clase, en una faena que fue de menos a más, destacando las tandas que firmó por el derecho.
El cuarto espada, Leo Valadez, cuajó por nota a “Compasivo” de San Constantino, con el que tuvo inventiva con el capote, para marcar un temerario prólogo de rodillas en su quehacer muleteril. Aprovechó la nobleza y clase del astado que tuvo recorrido y al que llevó metido en el engaño con profundidad y verdad, llevando a más una faena que culminó en un indulto que al final compartió con el ganadero Juan Pablo Corona.