Samuel Jiménez Robledo… Recordar es volver a vivir

*En la foto, aquel día en la México

Antes que novillero en retiro o pintor, Samuel Jiménez Robledo es una persona que atesora una gran afición a la fiesta brava. A sus 85 años ‘y poco más de cuatro meses de vida’, habla con gran pasión del toreo.

De joven vistió de luces y aunque de inicio no contó con el apoyo de su padre, tuvo oportunidad de correr la legua y llegó a torear en sitios donde hoy día no hay corridas de toros como varias rancherías sinaloenses.

Apoyado con un bastón y la capacidad auditiva casi perdida, su rostro adquiere un aire juvenil cuando se remonta a aquellas épocas. Recuerda cuando se aventó de espontáneo a César Girón en la Plaza México. En un desplante, el diestro en turno arrojó al suelo la muleta y el estoque. ‘Sentí feo que una figura del toreo hiciera eso y sin pensarlo me arrojé al ruedo. Tomé los avíos y me lancé. Son emociones muy intensas. Incluso me tiré a matar a ese burel. Al día siguiente la prensa fue muy buena conmigo’, recuerda.

El destino le tenía deparado otro camino, porque tuvo que abandonar la profesión de torero, pero encontró su otra gran pasión, la pintura taurina. Ahora, a petición de su esposa, analiza escribir sus memorias, que seguramente estarán salpicadas de datos harto interesantes. El artista –del ruedo y el lienzo- atesora grandes anécdotas.