En plena pandemia por coronavirus, el matador de toros Salvador López, director del Taller Taurino de la CDMX, celebró ocho años de haber tomado la alternativa, lo que ocurrió en la Plaza Silverio Pérez de Texcoco el 25 de marzo de 2012, tarde en la que tuvo como padrino al torero de la tierra Leopoldo Casasola y como testigo al potosino Fermín Rivera, con toros de La Muralla.
Del día del abrazo al momento actual, López ha vivido los dos lados de la moneda.
Sobre la aventura que decidió abrazar desde que era niño, afirma: ‘Se cumplieron ocho años de ser lo que desde niño soñé, contra viento y marea, adaptándome a las épocas que como torero me han tocado vivir dentro y fuera del ruedo’.
A pesar de lo difícil de la profesión, el matador de toros capitalino es categórico al afirmar que: ‘En estos años nunca he pensado en arrojar la toalla a pesar de las adversidades. Hay torero pa´rato. Así que pa´lante’.
Salvador López Pérez, quien goza de un bien ganado cartel en territorio peruano, lamenta la crisis de coronavirus que azota al mundo, pues tenía previstas varias fechas en suelo andino.
‘Sin embargo, ante la pandemia hay que cerrar filas. Creo que ahora mismo, antes que matadores de toros somos ciudadanos del mundo y debemos colaborar con nuestro granito de arena para erradicar este mal. Claro que es feo que cuando tienes corridas se caigan, pero esto es realmente una causa de fuerza mayor’.
Consciente de la responsabilidad que tienen los toreros con la afición y la sociedad en general, a través del Taller Taurino de la CDMX, el inquieto diestro ha comenzado a subir una serie de videos en los que comparte aspectos del taller que dirige, con ejercicios no sólo técnicos, sino físicos que muchos matadores de toros suelen llevar a cabo cuando no pueden salir al campo o tienen necesidad de entrenar en lugar cerrados y pequeños.
‘Esos videos surgieron de la necesidad de los aficionados de entrenar y mantenerse en forma ahora en la cuarentena. Estuvimos recibiendo una gran cantidad de mensajes y por eso es que nos decidimos a llevarlos a cabo. Pasada la cuarentena reiniciaremos los cursos’, puntualiza López, quien reconoce que la de torero ‘es una carrera de resistencia y no de velocidad’.
