POR GUSTAVO MARES
Plaza México, 19 de marzo de 2017. Un astifino toro de la legendaria ganadería de Piedras Negras le pegó un ‘cornadón’ de caballo en el recto al matador de toros zacatecano Antonio Romero, quien después de varios meses de dolorosa rehabilitación volvió al campo bravo y poco después, a los cosos taurinos.
A poco más de tres años de ese duro trance, el enrazado torero vive día a día con las secuelas. Ahora mismo, el riesgo de una nueva operación quirúrgica está latente.
Si bien su calidad de vida no decreció, diariamente debe tener cuidados específicos como hacer mucho ejercicio. Antonio Romero, ejemplo de vida, habla al respecto a través de la línea telefónica: ‘A raíz de la cornada llevo muchos cuidados, porque ese tipo de lesiones traen consigo muchas secuelas. Forzosamente debo correr todos los días ocho kilómetros, porque tengo intestino perezoso, de tal forma que apenas cuando voy por el kilómetro cinco comienzo a sentir vivos los intestinos, como si fueran de bulbos y tuviera que calentarlos’.
‘En diciembre, hace apenas unos meses, mientras corría comencé a sentirme raro, incluso tuve sangrados leves, lo que me llevó a hablar con el doctor que me mandó a hacer diversos estudios. A la par de la fibrosis que tengo en el colón hay que ver el por qué del sangrado. Para no viajar a la Ciudad de México por la crisis sanitaria, el doctor Juan Carlos López, quien me atiende, me recomendó aquí en Zacatecas un lugar para realizarme el examen, lo que hice en enero. Todavía no es seguro que tengan que volverme a intervenir quirúrgicamente, pero el riesgo de ingresar al quirófano ahí está’, confiesa el torero, que sufre de colitis constante.
COMO TORO BRAVO
Aunque desde el percance la sensación de la herida es permanente y le recuerda las 24 horas del día, como toro bravo el valiente diestro se encasta: ‘Esas molestias diarias no son dolorosas, sabes que ahí está la lesión pero te acostumbras a vivir con ella. En esta profesión debes tener vocación, fe y paciencia. Una cornada no te puede quitar de esto que amas con toda el alma’.
‘He tenido oportunidad de platicar con toreros que han pasado por algo similar a lo que me pasó y coincidimos que la carrera taurina es de gran pasión. Muchas veces me han preguntado por qué no tiro el arpa, pero estoy convencido de que cuando trabajas por algo y lo haces con firme determinación obtienes grandes recompensas’, señala.
El zacatecano tiene en Emilio de Justo, su amigo, un ejemplo a seguir: ‘Conocí a Emilio en España y nos hicimos amigos. Su caso es muy interesante porque lleva catorce años de alternativa y fue hasta aquella tarde en Mont de Marsan, Francia, con los toros de Victorino Martín que cuajó una gran tarde, como otras que había firmado, y se le abrieron las puertas’.
PROTOCOLOS
Debido a la pandemia que azota al país, el torero zacatecano busca lugares solitarios para ejercitarse: ‘Debo hacer mucho ejercicio por salud, por vida. Entonces me salgo a correr a un bosque cercano que siempre está solo, no quiero molestar a nadie y tampoco que me molesten. Después entreno de salón en una cancha de futbol abandonada. En casa hago pesas y también entreno. Todo esto lo hago atendiendo los protocolos de salud’, reconoce.
Intercambiar conceptos con Antonio Romero inyecta en sus interlocutores la fortaleza que, muchas de las veces con el trajín diario pareciera diluirse, sin embargo, basta escuchar la firmeza de sus palabras y la gran vocación que atesora para comprender que más allá del arte que estos hombres hacen vestidos de luces, su ejemplo trasciende el ruedo. Será quizá por ello que en más de una ocasión ha sido invitado a diversas escuelas para platicar de los toros… y de la vida.
EL DATO
El diestro zacatecano Antonio Romero lleva en la geografía de su cuerpo las huellas de nueve cornada y tres fracturas. Su bautizo de sangre, en el norte de nuestro país, fue una terrible cornada en la femoral. Sin embargo, la más grave que ha sufrido es, sin lugar a dudas, la que hace tres años le pegó un toro de Piedras Negras en la Plaza México.
FECHAS PERDIDAS
Debido a la contingencia sanitaria, Antonio Romero perdió varias fechas que tenía firmadas en nuestro país, además de otras tantas en España, donde tenía programado viajar el próximo mes.
El diestro zacatecano lleva varios años viajando a España, donde ha realizado diversos tentaderos y festivales con muy buenos resultados artísticos.
DIEZ AÑOS
Antonio Romero tomó la alternativa en Zacatecas el 16 de septiembre de 2010, en el marco de la tradicional feria de su tierra natal, donde recibió el abrazo de parte de Eulalio López ‘Zotoluco’ y Rafael Ortega de testigo, con toros de Marrón.