Por Luis Miguel Martínez/ Fotos Juan Ángel Sainos
ATLANGATEPEC, Tlax. La ganadería que dirige don José Antonio González Esnaurrizar de La Joya, abrió sus puertas del tentadero para llevar a cabo labores de lidia para el novillero Alan Corona y el aspirante Luis Alfredo Portilla. Quienes mostraron sus respectivos avances ambos dirigidos por sus maestros.
En Primer lugar saltó a la arena un bello eral cárdeno claro para Luis Alfredo, quien por primera ocasión lidiaba a muerte. El ejemplar de la casa tlaxcalteca de José María González se prestó para que el joven Alfredo pudiera confiarse tanto con la capa como con la muleta. Incluso se atrevió a banderillear al noble de “Chema” González, dejando pasajes de voluntad y actitud a raudales. Lo mató de más de media ración de acero en buen sitio y se llevó el reconocimiento del respetable. Luis Alfredo en todo momento siguió las indicaciones de su maestro el matador Ernesto Belmont Rovira.
Por su parte, el cierra plaza de la tarde, un bello berrendo aparejado de Jaime Rodríguez hizo honor a la bravura y nobleza que corre en los potreros de esta cabaña brava. El joven novillero siguió paso a paso las instrucciones de su maestro Uriel Moreno “El Zapata” con quien lleva ya entrenando siete años y se comprobó la madurez y el reposo por el que atraviesa el joven torero. Un ejemplar con presencia y con el que Alan logró faena de muy altos vuelos. Al final se prefirió que el toro se quedara para preservar la especie. Un ejemplar para vacas.
Entre los invitados destacó la presencia de los ganaderos José María González y familia, Rocío Rodríguez (hija de Don Jaime Rodríguez QEPD) y familia, el Ing. Eugenio de las Heras, así como amistades y familiares del ganadero José Antonio González Esnaurrizar. Todos respetando las medidas sanitarias que implica la pandemia que predomina en nuestro país.