La alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, necesitada de reflectores mediáticos después que en marzo pasado su gestión fue apenas aprobada por el 3.63 por ciento de la población, arremetió contra la tauromaquia al asegurar que trabajara para erradicarla de la entidad. Especialistas consideran que esta medida es para desviar la atención luego de pobre desempeño al frente de la ciudad.
Información que recoge el periodista Carlos Espinal señala que la munícipe ha quedado exhibida tras dos años de mandato con un ‘rosario de escándalos’, que incluye casos graves de corrupción de sus allegados, subejercicio de recursos públicos sin usar de más de mil 300 millones de pesos en su primer año y más de tres mil 500 millones de pesos en su segundo, desvío de recursos por más de 18 millones de pesos y sobrecostos en despensas y kits sanitarios durante la pandemia.
Además, una tasa de delitos disparada que tiene a Puebla como uno de los cinco peores municipios con percepción de inseguridad en el país, las calles destrozadas por los baches, sin contar que su manera de manejar la ciudad la tienen rankeada por prestigiosas firmas como Mitofsky, Massive Caller o Campaigns and Election México, como la peor calificada a nivel nacional, sumadas a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana ENSU del INEGI como la quinta alcaldesa peor evaluada de las capitales y urbes más importantes del país con la desaprobación de más de un millón 300 mil poblanos.
UN PRETEXTO
La prohibición de la tauromaquia en Puebla es un pretexto además de político, para la comercialización de artículos antitaurinos y fondeo de organizaciones de la sociedad civil ‘Puebla Viva y sin Corridas de Toros’, que junto con otros políticos oportunistas y de poca monta, quieren confundir a las nuevas generaciones con respecto a la tauromaquia.
La actividad taurina en Puebla ha aumentado manera exponencial desde que hace más de dos años la Plaza de Toros ‘El Relicario’ es administrada por Pedro Haces Barba.
MOLESTIA EN REDES
Las declaraciones de la alcaldesa de Puebla encendieron la polémica en las redes sociales, pues más allá de que a los cibernautas les guste o no la fiesta brava, le reclaman a Claudia Rivera Vivanco que no desempeñe bien su trabajo y que prefiera irse por el camino fácil de la polémica en los medios de comunicación y desatienda temas prioritarios en la entidad.
Le exigen que asuma el costo político de la inseguridad, la salud, el alumbrado público, las vialidades en malestado y el pobre apoyo a la cultura y la educación.