Carlos Espinal, especial/Foto Miguel Romero
TLAXCALA.- La Plaza de Toros Jorge Ranchero Aguilar fue el escenario en el que se celebró el Día de los Ganaderos.
Los diestros invitados fueron encabezados por el mexiquense Ernesto Javier ‘El Calita’, quien enfrentó en primer lugar un burel serio y complicado que desarrolló sentido.
A su segundo lo toreó cadenciosamente a la verónica. Lució en varas Fermín Salinas. El torero de Tlanepantla se recreó en templados naturales. Certero con el acero cortó una oreja.
La tauromaquia de Héctor Gabriel gana profundidad cada día. Su primero, un peligroso astado mirón, puso a prueba su técnica y cumplió sobradamente.
El segundo de su lote fue un toro que le permitió recrearse por el lado derecho y con el que corrió la mano con una gran expresión artística. Cortó dos orejas.
El novillero Arturo Gilio lidió en primer turno un burel serio y reservón con el que se le notó muy solvente.
El sexto fue el mejor de la tarde. Marcado con el número 66, el astado de Tenexac le permitió al chaval lagunero cuajar una emocionante faena en la que se jugó la vida como si estuviera en una plaza de toros. Las grandes cualidades del morito le valieron para que el ganadero Sabino Llano Bretón lo regresara a los corrales.
Fue una gran tarde en la que hubo contados invitados como los criadores de bravo Antonio de Haro, Marco González, Javier Iturbe, así como los ganaderos de El Grullo y Coyotepec.
Participaron como ayudas los novilleros Hidalgo García y José de Alejandría.