Manuel Pérez Miranda, quien durante muchos años fue director de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, dejó de existir el pasado día 4. Su deceso causó profunda tristeza en el gremio periodístico.
El maestro Pérez Miranda solía dar la clase de redacción. Era gran aficionado a la tauromaquia y comentaba frecuentemente la ocasión que le tocó ser compañero del diestro Eloy Cavazos, de manera fortuita, en un viaje de avión. Aquel día ‘bordó la entrevista’.
Pablo Mijares Muñoz, primo de los ganaderos de Zacatepec y quien durante años dictó cátedra en ‘la Septién’ envió a esta redacción unas emotivas líneas, que a continuación compartimos:
Cuando me enteré, me quedé atónito, afónico y descompuesto… por decir lo menos.
Después empezaron a llegar los recuerdos.
El primero, de bonhomía… el segundo también… y el tercero y el cuarto.
Después comencé a escuchar en mi memoria aquella voz nítida, fuerte, amable y convincente.
Voz que transmitía cabalidad y verdad.
Vinieron más recuerdos, ahora de agradecimiento.
Uno, dos, tres, cuatro…
La imagen de un maestro al que nunca lo rebasó el nombre de director.
La ejemplaridad vestida con un traje desgastado y una corbata sencilla.
Jamás un desplante mamón.
Fue, por eso, en la mañana y en la tarde, el mejor director de cuantos he conocido.
Los recuerdos no paran. Ahora desfilan los de admiración.
La sencillez del profesor que sabe… y del que sabe que sabe.
No soy egresado de la Septién. No tengo ese hermoso blasón. Ojalá quienes lo tienen lo aquilaten.
Pero once años bebí a diario de sus aulas, de sus profesores, de sus directivos y de sus alumnos.
Y sigo bebiendo de muchos de ellos.
Pero la huella más profunda la dejó quien hace poco regresó a su casa. A la gloria.
Gracias, profesor Pérez Miranda.
Gracias por siempre, maestro enorme.
Gracias por siempre, amigo eterno.
Con todo mi cariño.
Exprofesor Pablo Mijares
