Peor que antes
Gustavo Mares
El año pasado, al inicio de la pandemia, todo hacía suponer que cuando comenzara la tan anhelada ‘descalada taurina’ la escena de la tauromaquia en nuestro país sería diferente, pero al día de hoy no ha pasado nada de eso.
En lo individual cada empresa tira para donde más le conviene. A nivel estatal las pugnas están muy marcadas, aunque hay sus honrosas excepciones como el pequeño pero gran estado de Tlaxcala, donde la actividad no se detiene. Algunas ocasiones con festejos organizados con el apoyo del gobierno local, otras tantas con la iniciativa privada, pero lo que es de llamar la atención es el hecho de que las plazas de primera categoría del bonito y taurino estado ya están en funcionamiento y todo marcha sobre ruedas. Poco a poco comienza a circular el dinero taurino en la entidad y eso se ve reflejado en los comercios, pequeños y grandes.
No sería extraño que ‘tras bambalinas’ el ‘estira y afloja’ entre organizadores esté a la orden del día, sin embargo, si eso ha llegado a suceder no ha trascendido a los medios de comunicación y todo fluye de manera cordial.
Al mismo tiempo hay dos grandes empresas, la de la México y Casa Toreros que se han echado a cuestas la tarea de buscar el camino para renovar la baraja taurina de nuestro país. Los primeros, con dos certámenes ‘Soñadores de Gloria’, que arrancó en el Cortijo Los Ibelles y el serial ‘México Busca un Torero’, que ha tenido diversos escenarios como sede y cuyo resumen se transmite todos los domingos a través de las redes sociales.
En ambos proyectos es evidente la falta de una bien definida estrategia de comunicación, pues sólo en los medios de información especializada y eso no en todos, se da cuenta de lo que acontece en ambos frentes.
Pero es difícil que en un medio ajeno al taurino se mencione siquiera por equivocación el esfuerzo que realizan ambas empresas.
Es de llamar la atención que no sólo Tlaxcala puso en funcionamiento sus plazas de primera categoría. Otros escenarios como Zacatecas y Pachuca abrieron también sus puertas a la actividad taurina en los cosos grandes.
Se presta a la reflexión el hecho de que a pesar del aforo reducido que hay en las plazas de toros, por la crisis sanitaria que en nuestro país ha cobrado la vida de más de 205 mil mexicanos, en más de una ocasión no se han alcanzado a vender los boletos que se tenían presupuestados.
Mientras todos los profesionales taurinos de nuestro país no cierren realmente filas, será muy difícil que la fiesta brava mexicana pueda salir adelante.
Aparentemente ahora mismo no hay problemas en puerta, sin embargo, se sabe que tras bambalinas hay muchos roces entre todos los profesionales.
La segunda ‘descalada taurina’ mexicana ya comenzó y a fuerza de ser sinceros no se nota un cambio verdadero. Peor aún, la escena taurina de nuestro país pareciera estar más resquebrajada que nunca ahora mismo, cuando debería ser todo lo contrario. Esta peor que antes.
Mientras todos los involucrados no dejen de lado egos y orgullos absurdos, la nave de la tauromaquia continuará hundiéndose irremediablemente.
En lo que respecta a la Monumental México el panorama para la Temporada Grande aún es incierto, pues por el tema del aforo reducido es imposible poner a la venta el derecho de apartado. Respecto a las novilladas se sabe que trabajan para dar un serial que podría ver la luz, si las condiciones sanitarias lo permiten, en el segundo semestre del año.
Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Hasta cuándo?