Foto: Cortesía Rodrigo Herrada
CIUDAD LERDO, Durango.- Un tercio de entrada. Novillos de De Guadiana, bien presentados y difíciles, con excepción del primero, cuyos restos merecieron arrastre lento.
Guillermo Guerra, silencio; Diego Garmendia, palmas; Juan Carlos Díaz, oreja; Carlos Luévano, dos orejas y salida a hombros.
Antes del festejo, el aspirante a novillero Luis Garza lidió un eral al que desorejó.
Carlos Luévano es sobrino del desaparecido diestro hidrocálido José María Luévano.