MAESTRO, ¿corté las OREJAS?: Manuel PERERA

* Brindaría su segundo al CART

Gustavo Mares

Manuel Perera llegó decidido a todo con tal de triunfal el pasado domingo en El Palacio de Vista Alegre de Madrid, de ahí que una vez que sufrió una terrible cornada que le produjo evisceración, sus últimas palabras antes de ser anestesiado fueran dirigidas a su apoderado, el diestro en retiro Juan José Padilla: ‘Maestro, ¿corté las orejas?’.

Después de varias horas en el quirófano, cuando cobró consciencia y vio a su mentor, las palabras fueron las mismas: ‘Maestro, ¿corté las orejas?’. Desde el momento del percance su apoderado no se ha separado de él.

‘Tenía muy clara la idea de salir a por todas. Por eso se tiró a matar como lo hizo. Quería asegurar la estocada y el triunfo. Su única preocupación después de caer era el haber cumplido con el deber. Llegó a la plaza con la firme intención de triunfar’.

‘Era una tarde muy importante en la capital española, con gran expectación. Además alternó con dos toreros que están próximos a tomar la alternativa. Para él fue apenas su segundo festejo con picadores. Fue de mucho mérito lo que logró’, señala Padilla.

INCÓMODA NOCHE

El torero jerezano reconoce que su discípulo pasó una noche muy incómoda, con los dolores propios de las heridas. ‘Más que la verdad no ha pasado una noche cómoda. Tiene los dolores y las molestias de estas heridas que fueron tremendas’, confiesa.

Perera cayó herido durante la lidia del primero de su lote, cuya muerte brindó a la afición madrileña que se dio cita en el Palacio de Vista Alegre. Desafortunadamente se le quedó en el tintero un brindis que hubiera resultado emotivo y es que quería dedicar la lidia del segundo de su lote a los directivos y alumnos del Centro de Alto Rendimiento Taurino (CART), que recientemente finalizó en el estado de Jalisco y en el que él fue participante.

‘Quería brindarle a don Pablo Moreno, a don Juan Pablo Corona y a los sesenta compañeros que tuvo en el CART. Lo haría a través de las pantallas de televisión, pero el destino tenía deparada otra cosa’, puntualizó Padilla.

MUY GRAVE

El novillero Manuel Perera convalece en el hospital madrileño de Nuestra Señora del Rosario de una ‘herida por cuerno de toro en fosa ilíaca izquierda, con una trayectoria ascendente y hacia afuera, de unos 30 centímetros de extensión, que desgarra musculatura de la pared abdominal; y otra trayectoria hacia arriba y adentro, que penetra en cavidad peritoneal, con evisceración de asas intestinales y arrancamiento de epiplón, alcanzando una extensión de 40 centímetros. Pronóstico muy grave’, según el parte médico.