Porta orgulloso, Manuel Perera cornada madrileña (*Fotos*Se recomienda discreción*)

A menos de un mes de la grave cornada que sufrió el novillero Manuel Perera en la plaza madrileña de Vista Alegre, el valiente torero acude diariamente con el fisioterapeuta Ismael Cuecas. Es el propio torero el que maneja, hace su vida ‘normal’ hasta donde le permite la lesión y es que tiene un solo objetivo en mente: Reaparecer lo antes posible.

El percance, que le produjo evisceración, fue su bautizo de sangre: ‘Anteriormente había sufrido puntazos y volteretas. Pero no una cornada de esta magnitud’.

Apoderado por el diestro en retiro Juan José Padilla, Perera recuerda los momentos de aquel terrible percance: ‘En cuando me vi los intestinos fuera tuve una especie de shock, pensé que moriría. Fue algo raro’.

Sin embargo, puede más la raza y la vocación. A pesar de lo grave de la cornada, Perera la porta con orgullo: ‘Ahora mismo puedo decir que me siento orgulloso de lo que ha pasado. Es una medalla al valor, a la entrega, a muchas cosas. He visto también la repercusión que ha tenido todo esto. Ya tengo ganas de volver a vestir de luces, por eso acudo todos los días al fisioterapeuta’.

Manuel Perera, quien participó con éxito en el Centro de Alto Rendimiento Taurino (CART) auspiciado por Pablo Moreno y Juan Pablo Corona, cayó herido al tirarse a matar al primero de su lote en El Palacio de Vista Alegre de Madrid, donde había cuajado una importante faena.