Columna Torerías: Negocio de animalistas

Negocio de animalistas

Por Luis Miguel Martínez

 

Amigos, a propósito de la propuesta del diputado del Partido Verde de la ciudad de México, Jesús Sesma de prohibir las corridas de toros, Carlos Ruiz Villasuso catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, en una carta abierta que dirige a este diputado del Partido Verde, publicada en el portal español mundo toro el pasado 26 de enero, da a conocer algunos datos reveladores sobre el gran negocio que existe detrás de los llamados grupos “animalistas” en nuestro país.

Dice el maestro Villasuso que la idea del “animalismo” se crea en las grandes urbes como la ciudad de México. Por cierto, maltratadoras del propio humano.

Se estima que en la ciudad de los palacios existen más de un millón setecientas mil mascotas caninas, entre hembras y machos. A todas, por su bienestar se les castra, por su bienestar se les lava, por su bienestar se les pone ropa, corta las uñas, defecan y mean a las horas humanas por su bienestar.

Evidentemente todo lo anterior es por gusto, comodidad y capricho del ser humano. ¿Por qué tanto afán de diputados y empresas en México por las mascotas?

Porque representa un negocio que supera en este país los 2,200 millones de dólares. El maestro de la universidad de Madrid apunta que se estima que en México se invierte más en una mascota de las clases no pobres, 38 dólares promedio mensual, que en la educación de un niño o joven de Tlalpan o Tepito.

Es más, el mercado de mascotas en el suelo azteca representa 850 mil toneladas anuales de cereal y proteína. ¿Se imagina usted cuánto representa para los diputados en permisos, gestiones y enarbolar estas banderas salvadoras de mascotas?

En los últimos años se ha invertido más en clínicas para salvar mascotas que centros hospitalarios para seres humanos. Ya que el mercado de mascotas en México crece a un ritmo anual del 10%. Ni siquiera al ritmo que crece la economía del país. Es por eso que para el diputado Sesma y otros, es más rentable defender animales desde la banqueta de la gran ciudad que ir a pelear contra la tala clandestina, las especies en peligro de extensión o los manglares que se destruyen sin control.

De prohibir las corridas de toros en la ciudad de México se estima la pérdida de 30 mil empleos entre directos e indirectos. A lo anterior, solo cabe señalar que muchas mascotas que fueron adoptadas en su etapa de cachorros, cuando crecen los dejan a su aventura, mendigos de calle en calle, saciando su sed entre los charcos y se convierten en verdaderos problemas sociales y ecológicos.

Mi estimado lector, así las cosas. Nos encontramos la próxima semana.

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