Un día sin ‘fuereños’
Gustavo Mares
Hace algunos días se anunciaron los carteles de la temporada en la Real Maestranza de Sevilla en la que no aparece un solo matador de toros mexicano.
Sin contar las novilladas, en las que tendrá participación el michoacano Isaac Fonseca, en el terreno de las corridas de toros el bonito escenario andaluz ofrecerá 17 festejos mayores y ‘ni por equivocación’ aparece un solo matador de toros mexicano.
Aunque no se trata de un asunto de pasaportes, porque adentro del ruedo el toro no lo requiere, es de subrayar la falta de reciprocidad entre las tauromaquias de aquí y de allá. Es como si todavía no nos pudiéramos desprender del complejo de la Malinche.
Al día de hoy hay quienes continúan pensando que si hay un torero español en el cartel el público en automático se retratará en taquilla.
Pero está comprobado que no siempre es así.
Muchos son los diestros de otros países que nos visitan y que no dejan huella en la memoria de la afición. Del otro lado de la moneda también ha habido toreros que el pueblo mexicano arropa como propios y se les entrega sin cortapisas.
Pero a fuerza de ser sinceros han sido más los toreros que han pasado por nuestro país sin dejar recuerdo alguno. Hay diestros tan intrascendentes que han venido a México, que lo único que hacen es quitarle puestos a toreros con mayores cualidades para destacar en la profesión, pero quizá por no hablar con la ‘s’ no atesoran el impacto que pudieran tener.
Basta echar un vistazo a las carteleras taurinas para percatarse del número de toreros de otros países, que lo único que hacen es quitarle lugares a los nuestros. Claro que aquí hay matadores de toros que navegan en la autocomplacencia y viven de la fantasía esperando que algún día les salga el toro bueno que les arregle la vida, ellos como los de otras latitudes si no se presentan en alguna plaza no pasa absolutamente nada.
En nuestro país hay muy buenos toreros de la nueva generación… aunque no han sido aprovechados cabalmente por las empresas. Para muestra un par de botones: Juan Pedro Llaguno y José María Hermosillo, quienes se presentaron en la recién finalizada Feria de Aniversario que se llevó a cabo en la Plaza México.
Llaguno tomó la alternativa en el primer festejo del certamen y cortó una merecida oreja. No la tuvo fácil, porque alternó con diestros de mucha experiencia. Aún así, el queretano no se arredró, dio la cara y logró un triunfo importante.
Hermosillo, aún sin cortar orejas, se pegó un arrimón con un toro complicado de Rancho Seco ante el que pisó terrenos comprometidos. Se puso ‘ahí donde queman los pies’. De haber acertado con la toledana seguramente habría cortado las orejas.
¿Y qué ha pasado con ellos? Al día de hoy, después de firmar emocionantes actuaciones en la plaza más grande del mundo, no se les ha visto anunciado en algún otro escenario.
Acaso por no pertenecer a las grandes casas de apoderamiento o tal vez por no ser extranjeros, pero lo cierto es que ahí hay dos muy buenos toreros mexicanos a los que, como dice el comercial de televisión, sólo falta apoyar.
No se trata de un comentario xenófobo en lo absoluto. Es simplemente dejar de manifiesto la falta de reciprocidad que existe entre México y España, porque aquí a los toreros de allá se les dan fechas, tientas y todo lo que piden. Pero allá a los nuestros, muchas veces ni agua.
Los buenos toreros son siempre bienvenidos donde sea. Los de relleno hay en cualquier lado.
Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Qué pasaría si el México taurino fuera sólo para los mexicanos?