AGUASCALIENTES: “Oreja de Oro” para Gerardo Adame 

La ganó a cambio de una soberana paliza. José María Hermosillo fue premiado con un apéndice y Ernesto Javier “Calita” merecía una oreja

ADIEL ARMANDO BOLIO | Foto EFRÉN GONZÁLEZ

Ante una buena entrada en el coso Monumental de Aguascalientes y bajo un clima agradable se dio este jueves 21 de abril la segunda corrida de la Feria Nacional de San Marcos 2022, a beneficio de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares y, en la que estuvo en disputa el trofeo “Oreja de Oro”, que al final de cuentas fue para el local Gerardo Adame por su entregada actuación cortando las orejas a su segundo toro a cambio de una soberana paliza, sobre todo en el hemitórax derecho. Sus alternantes, el también local José María Hermosillo, por una enrazada faena fue premiado con un apéndice y el mexiquense Ernesto Javier “Calita” estuvo en torero y bien merecía una oreja en su primer toro.

Una vez hecho el paseíllo, la agrupación de matadores le rindió un homenaje al torero retirado Vicente Esparza por sus 30 años como delegado de ella, entregándosele una placa alusiva.

Se lidiaros toros de Corlomé, siendo bueno el quinto que mereció el arrastre lento, también dio buen juego el primero, regulares fueron el segundo y el sexto y, complicados, el tercero y el cuarto.

Al toro que abrió plaza, Ernesto Javier «Calita» lo capoteó con empeño. Su labor de muleta hizo el toreo derechista con temple y buen trazo. Por naturales lo bordó de verdad, con clase y arte. Detalles toreros para cerrar y matar de estocada caída para ser aplaudido en el tercio.

En su primer astado, Gerardo Adame veroniqueó con valor. En su turno, Hermosillo realizó quite ceñido por saltilleras y Gerardo le replicó por chicuelinas con el compás abierto. Tras el segundo tercio, el subalterno Edgar Camacho se desmonteró. Adame a su quehacer muleteril le puso valor, oficio y torerismo por ambos lados a un complicado astado, sobre todo, por el derecho y toreo en un palmo de terreno. Manoletinas para abrochar y acabar de estocada entera, caída y trasera pare hacerse aplaudir en el tercio.

José María Hermosillo bregó a su primer burel y en su turno «Calita» quitó por navarras. Con la sarga, Hermosillo a un soso astado le puso voluntad y entrega, logrando pases sueltos por los dos pitones. Aliñó y terminó de pinchazo y estocada para escuchar aplausos.

A su segundo, «Calita» lo lanceó a la verónica voluntariosamente. Con la franela, a un toro nada fácil, le echó tipo y oficio para lograr pasajes meritorios y valientes con las dos manos. Aliñó y culminó de pinchazo y estocada para recibir palmas.

Gerardo en su segundo, «Coloso», lanceó bien a la verónica, llevó al caballo por chicuelinas caminando y mejor quitó por saltilleras. Con la muleta inició en los medios con dos cambiados por la espalda, se tropezó y el toro le propinó una soberana paliza. Fue llevado a la enfermería y de ahí salió para seguir toreado de manera soberbia por estupendos derechazos a pesar de dolerse del pecho pues se decía que sufría una contusión en el hemitórax derecho. Se la jugó por naturales y terminó igual por el derecho con el bravo toro. Se entregó al entrar a matar y dejó una soberbia estocada para obtener con justicia las orejas y al toro dársele arrastre lento, recorriendo el anillo con los ganaderos.

Y en el toro que cerró el festejo, «Resiliente», nada fácil, Hermosillo sacó la casta hasta cuajar una brava faena por ambos lados, pleno de actitud y ganas de pisar fuerte en esta profesión. Mató de pinchazo y estocada para recibir una merecida oreja.

Al final, regresó Gerardo Adame de la enfermería para recibir maltrecho el trofeo en disputa, la cuarta “Oreja de Oro” en su haber y tercera en la Feria Nacional de San Marcos.