Un festejo triunfal puso punto final a la tradicional Feria de Puebla, en la plaza El Relicario, donde el buen juego del encierro de Rancho Seco que se encuentra celebrando un centenario de fundación, permitió el toreo de buen gusto y de emotividad, así como el triunfo de los rejoneadores anunciados en el cartel, por lo que Jorge Hernández y Fauro Aloi, salieron en hombros, luego de haber cortado dos orejas, respectivamente.
La corrida inició con una labor de experiencia y garra por parte del potosino Jorge Hernández, que únicamente dio vuelta al ruedo, tras fallar con el rejón de muerte. El segundo toro del encierro correspondió al capitalino Fauro Aloi, que lo cuajó de principio al final de la faena y lo despachó al primer viaje con el rejón de muerte, con lo cual, fue premiado con dos orejas.
El tercero fue un gran toro, mismo que fue aprovechado por Hernández Gárate, quien al término de la lidia y luego que se le concedieran dos apéndices, invitó al fundador de Rancho Seco, a don Sergio Hernández, a dar una vuelta al ruedo.
Fauro Aloi se entregó en otra gran faena variada y completa, ante el cuarto y último astado de la corrida, pero se le escaparon las orejas por haber pinchado. Los Forcados de San Luis Potosí y los Forcados Amadores de Puebla, recibieron palmas, en sus respectivas participaciones.