El novillero mexicano Ángel Gabriel cortó merecida oreja en el festejo celebrado en Alcudia de Guadalix, en el Valle del Zalabi, donde se fue a portagayola. El astado enganchó el capote del valiente torero del Estado de México, que de ese trance salió con la luxación de dos dedos de la mano izquieda.
En las imágenes que aparecen en diversos medios se nota como uno de los dedos quedó prácticamente chueco, como con la uña mirando hacia el suelo. Aún así, Angel paró al novillo y lo llevó con los varilargueros, momento que aprovechó para que el servicio médico le acomodara los dedos.
La faena, por la lesión, gravitó en el toreo en redondo. Angel Gabriel templó y sometió al morito al que pasaportó con gran habilidad. Tomó la muleta con la izquierda y prácticamente la arrojó a los belfos, confiado en la técnica y la suerte. Colocó la toledana en gran sitio y con eso fue suficiente.
Estará inactivo una semana y posteriormente cumplirá las fechas que tiene pendientes, una en suelo francés en tanto que otras dos en Jaén y Málaga.
‘Confío en que podré sumar otras tantas tardes’, señala dolorido pero contento, el novillero mexicano.