Por eso ‘les ganan el mandado’
Gustavo Mares
El tiempo sigue su marcha y aunque se comenta que el cuerpo de abogados de la Plaza México trabaja para revertir el amparo que una asociación civil promovió contra la alcaldía Benito Juárez con lo que se impide la celebración de festejos taurinos en el coso grande, los encargados de manejar las riendas del gran coso han dejado en el baúl del olvido a los aficionados, que están ávidos de alguna noticia. Pero éstas brillan por su ausencia.
Para nadie es un secreto que el periodismo taurino va a la baja. Hasta hace no mucho tiempo, los grandes diarios de circulación nacional, tanto de información general como de deportes, contaban con secciones taurinas especializadas. Hogaño, son apenas un par de periódicos de gran prestigio los que mantienen informada a la afición taurina.
En las redes sociales y en la web tampoco hay demasiados espacios enfocados en promover la fiesta brava de manera fidedigna. Muchos de los espacios que hay son manejados por personas ajenas al periodismo, improvisados en una palabra. No se enfocan en ‘informar’ sino que su único afán es ‘promocionar’ para recibir a manera de dádiva un par de boletos para la función.
Los expertos en el tema de la comunicación aseguran que ‘no hay publicidad mala’, pero las nuevas generaciones de promotores taurinos no lo ven así. Por lo menos la gran mayoría.
En el caso de la Plaza México resulta dramático, porque tanto aficionados como los medios de comunicación, no encuentran una fuente confiable de información, lo que lleva a la prensa seria a omitir el tema, pues siempre será mejor ‘perder una noticia a ganar un rumor’. Pero hay quienes potencian rumores que a la larga dañan el espectáculo taurino.
Lo malo es que los aficionados a la tauromaquia paulatinamente han posado sus ojos y sus amores en otros espectáculos en los que se sienten arropados por los organizadores.
La imposibilidad de montar festejos taurinos en la México dio al traste con la Pamplonada que se tenía prevista para celebrarse en julio. El reloj no se detiene y como pinta el panorama tampoco se montará la corrida de toros y la novillada que se tenían programadas para septiembre.
Para octubre estaban contempladas un par de novilladas, así como la Corrida de Las Luces, que trajo por primera ocasión a nuestro país el desaparecido matador de toros colombiano Édgar García ‘El Dandy’.
Con las puertas de la Plaza México cerradas a la actividad taurina, los pocos ‘clientes fijos’ que tenía el coso grande han tenido que emigrar a otros escenarios en el mejor de los casos, pero otros tantos han dejado de lado su afición a las corridas de toros, porque no hay oferta. Dicen que ‘santo que no es visto, no es adorado’ y eso es justamente lo que acontece hoy mismo con el coso taurino más grande del mundo y peor aún, con la fiesta brava en la capital de nuestro país.
Mientras los profesionales de la tauromaquia guardan un silencio pasmoso en el tema, los antitaurinos, a pesar de todo, siguen gritando a los cuatro vientos que la tauromaquia en la capital se extinguió.
Los antis no son el problema. Se ha comentado en más de una ocasión que el verdadero enemigo de la tauromaquia está al interior de ella.
Les pasa de noche a los profesionales que hay un sector de la población que han olvidado, y no es de extrañar pues si lo hacen con los aficionados, que son los clientes, que no lo hagan con aquellos a los que no consideran su objetivo de ventas: las personas a las que les da igual la tauromaquia.
Hay encuestas en las que personas que desconocen el arte de lidiar reses bravas afirman que les incomoda que los políticos oportunistas les quieran prohibir algo o dictarles qué hacer. Ese nicho de potenciales consumidores de la actividad taurina ni siquiera son tomados en cuenta y pueden ser el factor que incline la balanza.
Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Habrá temporada grande con todo y derechos de apartado?