La plaza española de Cuerva, provincia de Toledo, fue escenario en el que ante un cuarto de entrada se lidiaron novillos de Mateo y Rodrigo, malos en general.
En ese festejo actuó el mexicano Arturo Gilio, quien enfrentó un lote infumable, con el que estuvo por encima; Víctor Barroso, silencio en su lote; Aarón Infante, silencio y oreja.