Desde que visitó México por primera vez, para presentarse en la bonita plaza mexiquense de Cinco Villas, el diestro español Adrián de Torres quedó prendido de la cultura y belleza de nuestro país, al tiempo que su quehacer taurino le llevó a cuajar importantes faenas en el escenario que dirige la familia Sirvent y cuya trascendencia fue tal, que tuvo eco del otro lado del Atlántico.
A la par fue labrando amistad con el fotógrafo texcocano Óscar Mir Reyes, quien ha cubierto puntualmente toda la actividad taurina que se lleva a cabo en el feudo ubicado en San Vicente Chicoloapan, Estado de México.
Una tarde de tantas le preguntó De Torres al artista de la lente si alguna vez había visitado España, a lo que la respuesta fue un ‘no’.
El torero reviró, ‘yo no he visitado como matador de toros Las Ventas de Madrid, pero si algún día se da mi confirmación nos vamos los dos’.
El diestro de Linares, en la provincia de Jaén, selló el compromiso con doña Lucero Domínguez como testigo.
El tiempo siguió su marcha y de repente, ya instalado en la madre patria, el torero español, con grato cartel en nuestro país, se vio anunciado en la Feria de Otoño, en el coso de Las Ventas de Madrid, para partir plaza el 2 de octubre, tarde en la que lidiará toros de Adolfo Martín en compañía de Román y Ángel Sánchez.
Pocas horas después, el fotógrafo mexicano recibió en su celular una clave de vuelo con destino a Madrid, porque aquel día la promesa que le hizo el torero le surgió del corazón y esas son promesas que no se olvidan.