Afronta Diego Silveti máxima responsabilidad

El diestro guanajuatense Diego Silveti, miembro de la dinastía más longeva en la tauromaquia mundial en lo que a matadores de toros se refiere, tiene en puerta para cerrar el año una serie de compromisos de máxima responsabilidad.

La primera semana de noviembre hará un especial doblete. El día 5 en la Feria de Tlaxcala, donde alternará con Ernesto Javier ‘Calita’ y Angelino de Arriaga para enfrentar toros de Atlanga. Al día siguiente hará el paseíllo en la Plaza El Nuevo Progreso de Guadalajara, escenario en el que compartirá cartel con el español Alejandro Talavante y Leo Valadez, con ganado de La Estancia.

Para el día 20 está anunciado en la tradicional corrida de la Revolución en la plaza guanajuatense de Irapuato, donde sostendrá un mano a mano con el madrileño Julián López ‘El Juli’ con un encierro de San Miguel de Mimiahuapam, ganadería propiedad de los sucesores de Alberto Bailleres González.

Para enero, con fecha por definir, afrontará la primera encerrona de su carrera, que tendrá como escenario la Plaza La Luz, de León, Guanajuato, en el marco de la primera feria importante del calendario.

Contrario a lo que  pudiera pensarse, Silveti no se estresa por la importante responsabilidad que tiene en puerta y es que vive día a día. ‘Ahora mismo, el compromiso más importante que tengo es el tentadero del fin de semana en La Antigua. No pienso en otra cosa. El toreo como la vida se disfruta un día a la vez’.

‘Si me pusiera a pensar en los compromisos que tengo por delante no atendería lo que tengo que hacer en el momento. De esta manera disfrutas tu profesión y todo lo que conlleva’.

‘Esta serie de compromisos me llegan en un gran  momento personal, profesional y emocional. Claro que me llena de ilusión el calendario que tengo en la recta final del año y para comenzar 2023. Es un reconocimiento al esfuerzo que hemos hecho de manera conjunta junto con mi tío Alejandro Silveti, mi apoderado’, agrega.

En su faceta de torero artista comenta que el sueño de todos los que visten de luces es ‘vaciarse totalmente en la tarde en la que te presentas. El hecho de poder expresar todo lo que llevas dentro delante de un toro bravo te llena en todos los aspectos’.

Aunque reconoce que cada tarde en la que se viste de luces se pone a prueba el estado físico, anímico y espiritual del torero, afirma que para eso se prepara fuerte. ‘Ponerte delante de una res brava que puede arrancarte la vida exige mucho en esos tres aspectos. El tiempo y la experiencia hacen que cada día te sientas más agusto delante del toro. Todo sucede en el momento preciso y estos compromisos no son la excepción’, apunta el valiente diestro dinástico.