La ganadería de La Trasquila, propiedad del rejoneador Alejo Rodríguez, fue escenario de una espectacular tienta a campo abierto, que dirigió el poderoso diestro tlaxcalteca Angelino de Arriaga, quien se ‘emborrachó de torear’ en el marco majestuoso de la naturaleza. De Arriaga fue auxiliado por el novillero Santiago Castillo.
‘Fue un día con toda la categoría y la grandeza que hay en el campo bravo. De esas tardes en las que renuevas tus votos con la tauromaquia’.