ADIEL ARMANDO BOLIO / Foto: ESPECIAL
Luego de solicitar con urgencia la ayuda de la altruista y gran familia taurina debido a que, por una pésima operación en la zona lumbar de la columna vertebral, lo tuvo por un año postrado en una cama y en una silla de ruedas, sin poderse valer por sí mismo, el valiente matador de toros zacatecano Jorge Carmona pudo apreciar la grandeza de Dios, de que los milagros existen al igual que los ángeles que acudieron en su auxilio convertidos en amigos leales, como el matador César Pastor y su señora esposa, en autoridades estatales y municipales de Aguascalientes, en instituciones médicas, doctores y muchos más, que no entendían por qué hay gente con título que anda ejerciendo y maltratando al ser humano, como es el caso de este torero, quien, por fortuna, ya dejó de vivir en el diario grito de dolor por esa mala intervención.
Fue precisamente que, después de una serie de exámenes y sistemas de estabilización del organismo de Jorge, el reciente jueves 2 de febrero de 2023, en las instalaciones del Hospital Hidalgo de la ciudad de Aguascalientes, en punto de las 08:00 horas, ingresó al quirófano donde se le realizó una delicada cirugía de instrumentación lumbar y descompresión de conducto lumbar estrecho.
La ardua tarea médica tuvo una duración de ocho horas y de ella se encargaron, de manera exitosa, las sabias manos de los doctores, el neurocirujano Aurelio Ponce Anaya y el ortopedista (especialista en columna) Luis Miguel Soria Ibarra, además del preparado equipo que asistió a dichos eminentes galenos.
Pasada la operación del jueves, el siguiente sábado, 4 de febrero, ya estaba de regreso Jorge en el domicilio que tiene en Aguascalientes junto con su esforzada y amorosa hija Fanny, quien no se le despegó a su papá por ningún momento, mostrando una fortaleza y entereza moral y física ejemplares.
Y ahí, en el calor del hogar, Jorge ya pudo caminar por su propia voluntad, por lo que ahora deberá cumplir, aparte de una medicación especial, con terapias de recuperación y rehabilitación física y muscular en la zona afectada pues para el torero debe seguir la vida y llevar a cabo los nuevos planes que surjan para estar cada vez mejor.
De verdad, nos embarga el gusto y la alegría, porque el matador de toros zacatecano Jorge Carmona haya recuperado el sentido de vivir y la certeza de que no está solo en este mundo, quedando enormemente agradecido con toda la gente que vio por él. Gracias, de verdad, a todos los que atendieron al llamado.