ADIEL ARMANDO BOLIO
Luego de una estancia de dos meses en suelo aguascalentense, el matador de toros peruano Juan Carlos Cubas, de buen recuerdo en el ambiente taurino local, habrá de regresar a su patria este martes y lo hará satisfecho pues, durante su estadía, entre otros asuntos, logró realizar intensas labores de tienta en una casa ganadera y desarrollar su tauromaquia lidiando en un rancho, a manera de práctica, un toro de manera reciente.
Fue entonces apenas hace unos días, en el cortijo del rancho propiedad de los señores, el contador público Arturo Anaya y el ingeniero Óscar Reynoso, donde logró torear un ejemplar de la dehesa de Puerta Grande y con él se dio gusto plasmando su quehacer torero, además, de que, igualmente, intervino el diestro local Manuel Gutiérrez.
Cabe señalar que, antes, en el municipio aquicalidense de Pabellón de Arteaga, concretamente en la dehesa de Garabato, casa de la divisa en gualda y rojo, propiedad de don Hiram Iñiguez Rangel, Juan Carlos logró desempeñar intensas labores de tienta, mostrando en todo momento su buen oficio y técnica torera.
Originario de Huancayo, departamento de Junín, Perú, Juan Carlos Cubas el pasado lunes 28 de noviembre de 2022 cumplió 18 años de haberse doctorado en el coso limeño de Acho, llevando como padrino al catalán Juan Serrano “Finito de Córdoba” y de testigo al malagueño Javier Conde, con toros nacionales de El Paraíso.