ADIEL ARMANDO BOLIO
“Agradezco de verdad su asistencia a esta convivencia y de entrada les digo que me siento lleno de ilusión por estar aquí. He estado a gusto desde que llegué a Aguascalientes, además de tener la suerte de que varios ganaderos me han hecho el favor de invitarme a sus casas y gracias a ello he ido asimilando la experiencia de sentir el toreo en México. Eso me tiene contento y feliz después de haber pasado tanto tiempo lidiando las llamadas corridas duras en España y, que, ahora, estoy en la feria más importante del continente americano”, señaló emocionado el valiente diestro madrileño Fernando Robleño en una tertulia que se llevó a cabo la noche de este lunes 17 de abril en conocido restaurante de la zona norte de la capital aquicalidense ante aficionados, ganaderos, aspirantes a novillero, peñistas y prensa especializada bajo la atinada conducción de los colegas y amigos Guillermo Leal y Juan Antonio de Labra.
El diestro de la capital del “Oso y el Madroño”, con 23 años de alternativa, recordó su primer contacto con nuestro país, afirmando que México es taurinamente conocido en España por sus grandes corridas en la Monumental de la capital nacional y, que, así como se sueña con torear en Las Ventas de Madrid de igual forma se sueña con torear en nuestra plaza grande y, por supuesto, en la de Aguascalientes, donde se siente la entrega y la pasión.
“De mi primer contacto taurino con México, me viene a la memoria aquella ocasión en que, en 1998, como novillero, era un jovencito, me presenté en la plaza de toros de Texcoco, dentro del Encuentro Mundial de Novilleros, que organizaba la Academia Taurina de Pastejé, con ganado de Los Martínez. Ahora, todo es distinto, me siento mayormente maduro y, sobre todo, sabiendo lo que quiero”.
Sobre sus números en general, Robleño confesó que en sus 23 años de doctorado ha logrado sumar 425 corridas de toros, siendo 54 de ellas en el coso Monumental de Las Ventas de Madrid y con tres salidas en hombros por la Puerta Grande, una de ellas como novillero.
“Desde un principio me tuve que abrir camino con las corridas duras, de esas que no ponen fácil el triunfo, pero, nunca me he rendido gracias a mi vocación por crecer y desarrollar al torero que quiero ser y sigo estando en eso. Ha sido difícil, pero, gracias a ese pundonor es que me he sabido ganar el respeto y reconocimiento tanto de los aficionados, como de mis compañeros y la prensa especializada”, apuntó Fernando.
Sobre el título que se le pone a los espadas que lidian esas corridas duras, es decir, toreros guerreros, Robleño apuntó:
“En lo personal puedo decir que gracias a las 13 corridas de Miura que he lidiado he logrado salir en hombros, además de lidiar toros de Palha, Celestino Cuadri y José Escolar, entre otras, pero, la ganadería con la que más veces la he pasado mal de verdad, es la de Dolores Aguirre. Sin embargo, ahora, con lo que he palpado al probarme con el ganado mexicano he ido descubriendo al toro que me gusta, ese que se siente, se disfruta e, inclusive, se llega al auto abandono por la inspiración a la que invita”.
Acerca de cuál fue entonces el momento en el que se le catalogó como torero para las corridas duras, comentó el torero de San Fernando de Henares o Real Sitio de San Fernando, situado a 15 kilómetros de Madrid:
“Fueron las mismas circunstancias, pues tras haber tenido una buena campaña novilleril y tomar la alternativa en el coso madrileño de Torrejón de Ardoz, se pensaba que la confirmación en Madrid, en 2001, sería algo de acuerdo a la trayectoria que tenía, pero al anunciarme con ganado de Valverde, no hubo más que aceptar, luego, me repitieron con un encierro del Conde de la Maza y salí en hombros y, desde ahí fue que he tenido que pasaportar esos encierros, siendo mi otra salida en hombros, con toros de Victorino Martín. Por lo tanto, desde entonces mi carrera ha ido a contra corriente”.
Sin embargo, a sus 43 años de edad, Robleño afirma que todo el esfuerzo que ha desarrollado ha valido la pena para estar ahora en Aguascalientes para torear su cuarta corrida en arenas mexicanas, siendo las otras, dos en San Miguel de Allende, una en Querétaro y otra en Lagos de Moreno. Ahora lidiando ganado de De la Mora, de su entrañable amigo Luis Alberto Villarreal desde hace 9 años, por lo que espera disfrutar al máximo la venidera fecha del sábado 22 de este mes.
“Con motivo de mi presentación en Aguascalientes y, después, de presenciar la primera corrida de la Feria de San Marcos, me siento impresionado con la entrega de la gente y su ¡olé! hace que se erice la piel. El público mexicano es como su toro, con mucha personalidad y cuando se le presenta algo bonito se entrega sin reserva”, señaló el torero.
Más allá de la torería de Fernando Robleño, hizo saber que no tiene antecedentes taurinos en la familia, sólo que su padre, muy aficionado a la Fiesta de los Toros, lo llevaba desde chaval a las corridas de Madrid. Está casado desde hace 14 años y tiene dos hijos, uno de 11 y otro de 8 años de edad, núcleo familiar que considera vital en su trayectoria taurina pues considera que gracias a ello todo evoluciona bien. Y sobre sus gustos personales, indicó que le gusta mucho el campo, su tranquilidad y su soledad.
A cerca de la dificultad para convencer al público, sobre todo, de España, dijo Fernando que allá, siendo un público torista, hay, que vencer y convencer a la gente de lo que se hace en el ruedo y, en México, es diferente, aceptó.
Finalmente, a los chavales de la Academia Taurina local les señaló que, el torero es un ser que, a diferencia del común y corriente, no tiene infancia pues para ser torero hay que hacerlo de manera integral, con gran ilusión, vocación y, plena entrega, si se quiere de verdad serlo.
Así terminó este convivio con el reconocido y respetable matador de toros Fernando Robleño, quien este sábado 22 de abril hará el paseíllo en el coso Monumental de Aguascalientes, dentro de la cuarta corrida de la CXCV Feria Internacional de San Marcos 2023, al lado de los locales Arturo Macías y Juan Pablo Sánchez para lidiar el encierro guanajuatense de De la Mora.