Texto y foto: Guillermo Espinosa
Emocionante, aunque sin corte de trofeos, resultó la novillada celebrada en Tonalá, Jalisco, donde ante un lleno se lidiaron ejemplares de Monte Caldera, bien presentados. Destacó el cuarto de la tarde, que por la falta de experiencia de su lidiador se fue con los trofeos al destazadero.
Abrió plaza Julián Garibay, quien lució voluntarioso a lo largo de la lidia para escuchar palmas; el español Uceda Vargas, quien mostró oficio y buena técnica, palmas en su primero y ovación en el de regalo. Firmó los momentos más relevantes de la función; Antonio Magaña, silencio; cerró plaza Luis Garza,quien no logró acomodarse con su burel. Aunque estuvo empeñoso tardó en matar y escuchó un aviso.