Hace doce años se presentó en la Plaza México el sevillano Borja Jiménez. Era la tarde del 22 de julio de 2012, cuando debutó como novillero sin varilargueros al lado de David Aguilar y Ricardo Fraustro. Sin embargo, desde aquel día no volvió a suelo azteca hasta ahora.
‘Debuté con picadores ese año, pero no había vuelto porque no se había presentado la oportunidad. Era un sueño que tenía desde hacía tiempo. Cuando vine por primera vez me encantó este país, por eso es que en cuanto me ofrecieron confirmar no lo dudé. Me gustaría firmar un éxito clamoroso en el coso grande este domingo’, compartió el rubio diestro.
Tendrá como padrino este fin de semana en la México al tlaxcalteca Sergio Flores y como testigo a Miguel Aguilar para despachar un encierro de San Constantino.
‘Desde que vine a México han pasado muchas cosas muy buenas. Afortunadamente me encuentro en una situación privilegiada en el toreo. Estoy puesto en todas las ferias importantes y lo mejor es que lo he logrado con triunfos’, comparte el andaluz.
A pesar de los convulsos momentos que atraviesa la escena taurina mexicana, el torero sevillano confía en que habrá la renovación generacional en los tendidos, que tanta falta hace: ‘Soy positivo en ese tema, porque cada vez hay más gente joven en los tendidos. Claro que aquí en México por el tema político es complicado y difícil para la tauromaquia. Ojalá que se solucionen todos los problemas políticos y que México siga siendo un gran país taurino’.
Sobre la tendencia de algunos políticos y profesionales taurinos que quieren convertir este espectáculo en ‘incruento’, el diestro español que tomó la alternativa en 2015 en la Real Maestranza de Sevilla, considera: ‘Me parece una equivocación. La tradición de las corridas de toros es completa, de principio a fin. Hacer eso dañaría mucho a la tauromaquia’.
‘Los toreros vivimos por y para el toro. El toro se cría para el espectáculo taurino y ese espectáculo comienza desde su nacimiento mismo y hasta su muerte en una plaza de toros’.