Columna ALTERNATIVA: Entretenimiento y emoción no es lo mismo Gustavo Mares

Entretenimiento y emoción no es lo mismo

Gustavo Mares

 

Comenzó el año y la cuenta regresiva para que la Plaza México abra sus puertas para celebrar la Feria de Aniversario. Lo hará en una época convulsa en la que la corriente animalista cobra terreno. Apenas ayer, el Instituto Electoral de la Ciudad de México  determinó que la asociación ciudadana que presentó una iniciativa para prohibir las corridas de toros y otros espectáculos con animales en la CDMX, cumplió con los requisitos de firmas válidas para respaldar su propuesta, por lo que el Congreso local tendrá que analizarla.

Aunado a lo interior, pareciera que la modernidad juega también un papel importante en el futuro de la tauromaquia, al menos en nuestro país.

A manera de promoción, la empresa que comanda el coso taurino más grande del país ha hecho girar una serie de publicaciones en las que pomposamente se aprecia: La Monumental del Entretenimiento.

Hasta hace no mucho se le conocía como la Plaza de Toros México, no La México y mucho menos La Monumental del Entretenimiento.

El toreo es antes que otra cosa un espectáculo, pero que no entretiene, sino que emociona. 

Según el diccionario, entretener es ‘divertir o recrear el ánimo de alguien’.

En tanto, emocionar es ‘causar emoción’. ¿Y qué es emoción? ‘es la alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada generalmente de una reacción corporal’.

Esto segundo es el toreo. A una plaza de toros se va a emocionarse, no a divertirse que para eso está el circo.

Acudir a un coso taurino tiene más signos de ritual, pues en este acto un ser humano saldrá a jugarse la vida, sin trampas ni trucos, ante un toro bravo.

Algo tendrá de mágica la tauromaquia, que grandes personajes de la cultura se han decantado por el arte de lidiar reses bravas.

Por citar algunos nombres del mundo de la cultura, que han caído rendidos a la tauromaquia se cuentan a Goya, Valle Inclán, Ortega y Gasset, Villegas Cordero, Darío de Regoyos, Dalí, Picasso, Sebastián Miranda, Calderón, García Lorca, Bergamín, Machado, Ramón Casas, Miró, Alberti, Neruda, Ruiz de Alarcón, Cossío, Miguel de Cervantes, Góngora, Pérez Galdós, Eugenio Noel, Bécquer, Luis Buñuel, Rubén Darío, Camilo José Cela (que llegó a torear en varias plazas), Gabriel Celaya, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Marañón, Jacinto Benavente, García Berlanga, Gaya Nuño, Max Aub, Vicente Puchol, Alfredo Bryce Echenique y Mario Vargas Llosa.

También en la cultura pop hay grandes seguidores del toreo: Vicente del Bosque, Fabio Capello, Alfredo DiStefano, Cristiano Ronaldo, Bernd Schuster, Ronaldo, Fernando Torres, Raúl González Blanco, Modric,Iker Casillas, Sergio Ramos, Santiago Bernabéu, Florentino Pérez, Mohammed Alí, Rafael Nadal, el corredor de motociclismo Álex Debón, Zinedine Zidane, Roberto Carlos, el piloto Sebastian Vettel, Julio Iglesias, Alejandro Sanz, Plácido Domingo, David Bisbal, David Summers (Hombres G), Andrés Calamaro, Diego ‘El Cigala’, Estrella Morente, Miguel Bose y Joaquín Sabina, entre muchos otros, han ovacionado de pie a los toreros.

Todos ellos van a emocionarse, pues la mayoría se ganan la vida por entretener. Parece lo mismo, pero no lo es.

Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Responderá la afición al llamado del coso grande?