POR EL VIEJO GRUÑÓN
La Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares (ANMTNRS) de México, una institución con décadas de historia defendiendo los intereses de los toreros, atraviesa un momento crítico. Los números rojos en sus finanzas, la disminución de festejos taurinos, la desvinculación de algunos socios y la morosidad de otros pintan un panorama complejo que pone en jaque su sostenibilidad.
UNA REALIDAD INNEGABLE
Aunque la ANMTNRS no publica balances financieros detallados de forma pública, diversas fuentes y reportes del sector taurino señalan que la asociación opera con dificultades económicas. La principal fuente de ingresos de la organización proviene de las cuotas de sus socios, así como de convenios con empresas taurinas y otras actividades relacionadas con la promoción de la fiesta brava.
Sin embargo, la drástica reducción de festejos taurinos en México ha mermado significativamente estos ingresos.
Según datos de la Asociación Mexicana de Tauromaquia (AMT), en 2023 se celebraron aproximadamente 136 festejos taurinos formales en el país, un número notablemente inferior a las cifras de décadas pasadas, cuando se superaban los 300 festejos anuales en temporadas altas.
Esta disminución se debe a múltiples factores: restricciones legales en algunos estados, como la prohibición de corridas en plazas como la de México, cambios en los gustos del público y una menor inversión de empresarios en eventos taurinos.
Para la ANMTNRS, esto significa menos oportunidades para que sus socios generen ingresos, lo que a su vez reduce las cuotas que la asociación puede recaudar.
EL EFECTO DOMINÓ
La caída en el número de festejos no solo afecta a los matadores, sino que tiene un impacto directo en las finanzas de la asociación. Cada festejo representa una oportunidad para que los toreros afiliados paguen sus cuotas, ya que estas suelen estar vinculadas a su actividad profesional.
Con menos corridas, los ingresos por cuotas disminuyen, y la asociación se ve obligada a operar con un presupuesto cada vez más ajustado.
Además, la tauromaquia enfrenta un entorno hostil en términos sociales y políticos. En estados como Sonora, Coahuila y Guerrero, las corridas de toros han sido prohibidas o restringidas, lo que reduce aún más el número de plazas activas.
Incluso en plazas de primera categoría, como la Monumental de Aguascalientes o la de Zacatecas, la programación de festejos ha disminuido.
Esta situación no solo impacta a los matadores, sino también a los subalternos (picadores y banderilleros), que dependen de la actividad taurina para su sustento y, por ende, para contribuir a su respectiva asociación.
No Afiliados y Morosidad
Otro problema estructural que enfrenta la ANMTNRS es la desvinculación de algunos matadores y la morosidad de otros. La asociación exige que los toreros cumplan con ciertos requisitos para mantenerse como socios activos, como haber toreado un mínimo de festejos para tomar la alternativa.
Sin embargo, casos como el de Paco Riquelme, quien en 2007 intentó tomar la alternativa sin cumplir los requisitos establecidos por la asociación (haber toreado al menos 12 novilladas, incluyendo cinco en plazas de primera categoría), evidencian que algunos toreros optan por operar al margen de la organización. Esto no solo debilita la autoridad de la ANMTNRS, sino que reduce el número de socios activos que aportan cuotas.
Por otro lado, la morosidad es un problema recurrente en cualquier asociación profesional, y la ANMTNRS no es la excepción. Aunque no existen datos públicos específicos sobre el número de socios morosos en la asociación, ejemplos de otras organizaciones, como la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios de Uruguay, que reportó 800 morosos con una deuda de 700 millones de dólares en 2016, ilustran cómo la falta de pago de cuotas puede generar crisis financieras.
En el caso de la ANMTNRS, la morosidad se agrava por la precariedad económica de muchos toreros, que, ante la escasez de festejos, priorizan sus gastos personales sobre las cuotas asociativas.
¿Hacia Dónde Va la Asociación?
La situación actual de la ANMTNRS refleja los desafíos más amplios que enfrenta la tauromaquia en México. La disminución de festejos, combinada con la desvinculación de socios y la morosidad, ha colocado a la asociación en una posición vulnerable.
Sin embargo, no todo está perdido. La reciente firma de un convenio con la Asociación Nacional de Picadores y Banderilleros en septiembre de 2023, que permite la integración de cuadrillas mixtas y establece fondos de reserva, es un paso hacia la colaboración y la sostenibilidad.
Este tipo de acuerdos podría fortalecer la posición de la ANMTNRS al diversificar sus fuentes de ingresos y fomentar la unidad en el gremio taurino.
Además, la asociación podría explorar estrategias como la promoción de festejos en plazas emergentes, la creación de programas de apoyo para toreros jóvenes y la búsqueda de patrocinios privados para paliar la crisis.
La tauromaquia, a pesar de las críticas, sigue generando un impacto económico significativo, con estimaciones que apuntan a más de 4,000 millones de euros en movimiento económico en países como España, lo que sugiere que hay un mercado potencial que podría aprovecharse en México con una gestión adecuada.
Llamado a la Acción
La Asociación Nacional de Matadores enfrenta un momento decisivo. Los números rojos, la escasez de festejos, los socios no afiliados y la morosidad son síntomas de un problema mayor: la necesidad de adaptarse a un contexto social y económico en constante cambio.
La tauromaquia no solo debe defenderse en los ruedos, sino también en los despachos, en los que la ANMTNRS tiene la responsabilidad de liderar la lucha por la supervivencia de la fiesta brava.
Con una gestión transparente, alianzas estratégicas y un enfoque renovado en la captación de socios y recursos, la asociación puede superar esta crisis y seguir siendo el pilar que los matadores necesitan.
La tauromaquia, como arte y tradición, merece un esfuerzo colectivo para no convertirse en un recuerdo del pasado.



