¡Qué susto!
Por Gustavo Mares
La noticia que la semana pasada circuló con fuerza en los medios de comunicación en torno a que la monumental madrileña de Las Ventas daría por terminada, de manera intempestiva, la temporada taurina, cayó como ‘balde de agua fría’.
No era cosa menor. Lo publicó uno de los diarios más prestigiados de España. Sin embargo, había muchos cabos sueltos y sin confirmar. Allá en la madre patria sonaban algunas versiones, que señalaban que esa suspensión no podría llevarse a cabo por cuestiones de reglamento y sobre todo de dinero, que no era sólo cuestión de Simón Casas, el flamante empresario, sino también de la Comunidad de Madrid. Resultó cierto y la temporada continuará.
Hasta donde se sabe es muy probable que las remodelaciones que requiere el coso venteño para poder albergar otro tipo de festejos y no sólo taurinos, sí se llevarán a cabo y el aforo se reducirá.
Vale la pena subrayar las argucias legales que aprovechan cualquier cantidad de políticos oportunistas para dejarse ver con la causa antitaurina para tratar de ganar adeptos.
México debe tomar ejemplo todo lo que sucede con respecto a ese tema para trabajar en consecuencia y evitar que cuestiones parecidas puedan germinar en nuestro país.
Hace unos días, este reportero tuvo la oportunidad de platicar con José Saborit, quien llegó a probar fortuna como novillero y ahora, a sus 43 años de edad, dirige una agencia de relaciones públicas, sin embargo, la mayor parte de su tiempo lo invierte en la asociación Tauromaquia Mexicana, ente creado por los profesionales del toreo con la intención de defender el espectáculo taurino.
No es una labor sencilla la que realiza. Sin embargo, poco a poco suma adeptos en pro de la fiesta brava y sus innumerables fuentes de empleo.
Aunque no lo han dado a conocer como deberían, muchos de sus integrantes aportan determinada cantidad de dinero con la que se pagan los gastos de los abogados que llevan diversos casos relacionados con el tema.
Aquí a nuestro país llegan informes desde España sobre la Fundación del Toro de Lidia, que se encarga de defender la tauromaquia de aquel lado del Atlántico. Hasta donde se sabe la fundación europea se inspiró en el modelo americano de Tauromaquia Mexicana, pero han logrado posicionar la marca en la escena taurina internacional antes que los mexicanos.
Vale la pena voltear a ver el esfuerzo que hacen los que defienden la tauromaquia de nuestro país. Y más valdrá la pena si cada uno de los profesionales que integran el espectáculo taurino, desde su trinchera, con su granito de arena, aportaran algo para defender la fiesta brava.
Paulatinamente, Tauromaquia Mexicana abre distintos Capítulos a lo largo y ancho de nuestro país en pro del Arte de Cúchares. Cada día buscan y analizan nuevas maneras de defender la tradición cultural de la tauromaquia.
Es tan amplio el fascinante mundo del toreo, que temas hay muchos. Por ejemplo, uno de tantos, por cierto poco explotado, es el relacionado al consumo de la carne del toro de lidia, cuya carne es cien por ciento orgánica, palabra hogaño de moda y es que al toro bravo no le inyectan anabólicos para que engorde. Su crianza en el campo bravo es totalmente natural.
Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Qué habrá pasado con la anunciada serie del entrañable torero tlaxcalteca Rodolfo Rodríguez ‘El Pana’?