Amor y bravura, base de Tenopala (*Fotos*)

Gustavo Mares / Fotos: Ángel Sainos
Sabedor de que todo el campo le pertenece, ‘Parcelito’´camina con calma. Su mirada es la de un guerrero que está dispuesto a matar o morir. No hace falta que alardee, porque es poderoso. Se trata del toro que en octubre de 2016 fue indultado en el coso de Alba de Tormes, provincia de Salamanca, donde el torero salmantino José Garrido firmó faena de altos vuelos.
Hogaño, ‘Parcelito’ tiene una vida muy distinta a la de las reses de abasto. Tras ser indultado volvio al campo bravo para perpetuar su especie y es en la ganadería tlaxcalteca de Tenopala, propiedad del escrupuloso criador Carlos González Chapa, en la que acompañado de más de cincuenta odaliscas mira el paso de los días.
CAMPERO
Bajo el cielo quemante de mediodía y mientras siembra pasto, el ganadero Carlos González, con gran pasión, señala: ‘Al final del día, el toro bravo como el resto del ganado es para consumo humano. Su carne es muy buena porque es orgánica’.
‘A diferencia del ganado tradicional de abasto, que vive dos años y lo llenan de anabólicos, el toro de lidia vive cinco años como rey en el campo, todo es natural, porque al toro de lidia lo que le da el poder es la edad, cuando tiene la edad todo lo demás llega por añadidura’, agrega.
‘Alrededor del toro bravo hay un ecosistema importante, porque viven otro tipo de animales como caballos, conejos, borregos, garzas, coyotes. Para subsistir, el ganado bravo requiere grandes extensiones de terreno’, subraya.
DE SOL A SOL
En la magestuosidad del campo bravo es difícil de creer que todas las hectareas de terreno se mantienen gracias a la presencia de ‘Su Majestad’, el toro bravo. No hace falta ser experto en finanzas para saber que si esos terrenos se venden a una constructora, podría erigirse un complejo residencial grande, pero no. El ganadero prefiere trabajar ‘de sol a sol’ para preservar esta raza de bovino.
‘Lo más fácil sería venderlo todo. Muchas personas piensan que ser ganadero de toros de lidia es un gran negocio, pero no. Todo esto se hace por amor al animal. Yo soy gente de campo porque aquí nací y esto viene de generaciones atrás. Mi padre fue ganadero, también mi abuelo y mi bisabuelo. Los antitaurinos no comprenden todo lo que gira en torno al toro de lidia y para muestra aquí tenemos a Parcelito’, señala al tiempo que a la distancia se observa una punta de vacas comandada por el toro que fue indultado.
El criador abrió las puertas del rancho a un pequeño grupo compuesto por los ganaderos de El Grullo, Juan Carlos González Esnaurrizar y Gabriela Ferrer, los diestros Manolo García Méndez y Guillermo Veloz ‘El Pausado’, además del periodista Luis Miguel Martínez y el juez de plaza Alejandro Carreola Hernández.
MAGICO
Es aquí en el campo bravo, donde en primera persona se atestigua la magia de la naturaleza, ni buena ni mala, sólo naturaleza. Y es que muchas películas se han encargado de ‘humanizar’ a los animales, por lo que hay quien piensa que el tigre es malo por comerse una gacela. Pero no. Sólo es la natureleza.
En la magia del campo bravo los perros son eso, perros. Andan libres y de alguna manera trabajan. Corren, se pelean como debe de ser. No andan con zapatos o gorritas para el sol. Son libres. Es normal ver caballos retozar, cuando son animales que duermen de pie. Dicen los veterinarios que así demuesteran su felicidad.
LA LLEGADA
Sobre la forma en que el arrogante burel hispano llegó a Tenopala, el propio ganadero Carlos González apunta: ‘Inicialmente tenía la idea de traer pajillas (semen) para refrescar, pero estando en España, con mi primo José Antonio González Esnaurrizar (de La Joya), fuimos a varias ganaderías como Victoriano del Río y Garcigrande, entre otras, pero, en Domingo Hernández, este toro fue el que me llenó el ojo’.
Y respecto a Tenopala, comenta: ‘Mi bisabuelo, Carlos González Muñoz fundó Coaxamalucan en 1904. En muchas partes del país la tauromaquia es parte de nuestras raíces y muchos ganaderos estamos dispuestos a llegar hasta las últimas circunstancias, con tal de defender esto que amamos, que es el toro bravo’.