Tres años en la cima
Gustavo Mares
Por tercer año consecutivo, el diestro Ernesto Javier ‘Calita’ terminará el año como líder del escalafón de matadores de toros en nuestro país. Concluirá 2023 con 40festejos toreados en los que cortó sesenta orejas y un rabo. Pero más importante que las cifras es la garra que el de Tlalnepantla ha demostrado ante los toreros de la nueva generación.
Apoderado por José Luis Alatorre, hombre fuerte de Feria Toro, el torero del Estado de México vive una lucha constante, toda vez que no sólo debe demostrar resultados con su casa de representación, sino que al mismo tiempo está obligado a darle a Alatorre argumentos para contratarlo con otras empresas.
Del total de festejos que suma ‘Calita’ este año, son contadas las fechas en la que hizo el paseíllo en carteles organizados por su casa de representación. El grueso de compromisos que firmó a lo largo de 2023 fueron con otros organizadores interesados en programarle.
Y es que ‘Calita’, desde que decidió cerrar filas con Alatorre Corona, le dio un vuelco interesante a su carrera de matador de toros. No sólo creció profesionalmente, sino también personalmente, lo que se refleja en su propuesta taurina.
Hasta antes de cerrar filas con el ganadero y contador público, el diestro, que recibió el anhelado abrazo en la Plaza México, no estaba totalmente enfocado en su carrera. Tenía algunas fugas de energía mental atendiendo temas que no deberían haber ocupado sus pensamientos.
Hogaño, bien consigo mismo y con su carrera como matador de toros, Ernesto Javier ha logrado posicionarse en las combinaciones más importantes de nuestro país y fuera de este. Por ejemplo, en la Plaza de Las Ventas de Madrid, firmó una sólida actuación que le dejó las puertas abiertas para regresar el próximo año.
En territorio nacional, el mexiquense no sólo cosechó éxitos sino que pudo exorcizar a sus demonios. Hizo el paseíllo con triunfales actuaciones en plazas como Guadalajara, Tlaxcala, Zacatecas, Pachuca, Moroleón, Mérida y San Luis Potosí.
En lo que respecta al coso de la capital de Jalisco, para Ernesto Javier significó un importante reto personal, porque ahí en la Plaza El Nuevo Progreso de Guadalajara, hace unos años, vivió una de las tardes más aciagas de su carrera al ver regresar vivo un toro a los corrales. Sin embargo, el torero fue capaz de reinventarse y resurgir de este fracaso, que supo capitalizar en su beneficio.
A sus 33 años de edad y con catorce años como matador de toros, ‘Calita’ atesora mucha hambre de triunfo y lo ha demostrado con la irrupción de los toreros de la nueva camada.
Es un primer espada ideal para brindarle emoción al espectáculo. Coincidencia o no, en un par de ocasiones en las que ha compartido cartel con el purépecha Isaac Fonseca, torero de moda en nuestro país, el de Tlalnepantla ha hecho la gesta de desprenderse del burladero de matadores para recibir a portagayola a sus toros.
Una clara declaración de guerra.
Este mano a mano que comienza a darse de manera natural puede ser la punta de lanza, que las empresas esperaban desde hace tiempo para encender la llama de la pasión.
El toreo de ‘Calita’ es clásico y profundo, en tanto que el de Fonseca impacta a la vista, pero carece de profundidad. Estilos diametralmente opuestos, pero ambos emocionantes.
Mucho ha sacrificado ‘Calita’ por ocupar el sitio que hoy atesora y está claro que no se dejará ganar la pelea por nada ni por nadie.
Los más beneficiados, los aficionados.
Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Actuará ‘El Juli’ en la reapertura de la Plaza México?



