Arturo Gilio actuará en la zona lagunera

Tras una vibrante temporada que lo ha llevado por plazas como San Luis Potosí, San Miguel de Allende, Ciudad Juárez y Pachuca, el matador de toros Arturo Gilio Quintero se alista para un momento muy esperado: volver a su tierra para torear en la primera Gran Corrida Villista de la Revolución, el próximo 22 de noviembre a las 5 de la tarde en la Plaza de Toros de Lerdo, Durango.

Sobre su gran momento, Gilio expresó: “Arranqué con mucha fuerza este año. He tenido una agenda intensa y aún me quedan unas 10 o 15 fechas. Pero regresar a casa es algo único, muy especial para mí”.

Antes de esa fecha, el 1 de noviembre, se presentará en la Plaza Alberto Balderas de Lerdo, Durango. Con 15 a 20 festejos planeados, su temporada promete seguir brillando.

Hablando del significado de torear en su tierra, comentó: “Es una gran responsabilidad y un compromiso enorme. Quiero corresponder al cariño de la afición, no solo aquí, sino en todas las plazas. También siento algo de miedo, porque regresar implica superarme. Afortunadamente, estoy disfrutando mucho y siento que he evolucionado”.

Sobre su crecimiento profesional, Gilio reflexionó: “El toro es el mejor maestro, te da madurez técnica y mental. Justo cuando crees que lo controlas, llega uno que te hace pensar. Eso me ha ayudado a valorar más los momentos con mi familia y mi preparación diaria”.

De cara al 2026, prefiere no apresurarse: “No me gusta planear tan lejos, porque en el toreo todo puede cambiar en un instante. Pero hay un sueño que me motiva: torear en Madrid. Espero lograrlo pronto”.

También adelantó detalles de la corrida revolucionaria, única en La Laguna: “Será algo especial, con una ambientación inspirada en la Revolución. La plaza estará decorada acorde al tema, y los toreros saldremos de charros. Creo que será una experiencia inolvidable”.

El cartel lo completa Octavio García “El Payo”, en un festejo que promete gran ambiente y un profundo arraigo mexicano.

“Quiero agradecer a la afición lagunera. Desde pequeño he sentido su apoyo, y eso no tiene precio en una profesión donde te juegas la vida. Ese cariño lo llevo siempre conmigo”, finalizó Gilio.