El matador de toros Antonio Romero continúa su estadía en España en donde no ha se ha despegado de su preparación, por lo que aprovecha cada oportunidad que tiene de estar en el campo bravo, tocando ahora el turno de visitar la ganadería de Albarreral, ubicada en la Sierra de Sevilla, dehesa propiedad de Guillermo García Palacios, quien extendió la invitación al torero zacatecano.
Al caer la tarde en los parajes andaluces, Romero tuvo la oportunidad de lidiar un toro que sirvió de mucho para seguir desarrollando su tauromaquia. El toro tuvo potabilidad por ambos pitones, siendo su embestida de calidad, y nobleza, permitiendo así al zacatecano disfrutar de una faena completa de principio a fin. Con el capote dio lances de recibo para después recrearse en un quite por tafalleras al que imprimió su estilo y sello.
Con la muleta, desde el inicio, Romero ligó tandas reunidas, y con pases de calidad por ambos pitones, y cuando el toro se entregó en su totalidad ejecutó pases con mucha profundidad y muy redondeados que disfrutó en todo momento. La calidad del toro fue creciendo conforme transcurría la faena, por lo que el ganadero decidió perdonarle la vida y dejarlo como semental.
La tarde de gran aprendizaje y redonda para Romero le permite seguir a tope con su preparación de cara a los compromisos que se avecinan en nuestro país tanto para los meses de agosto y septiembre, iniciando el próximo domingo 16 de agosto en la plaza de toros “Monumental Playas”, de Tijuana, Baja California.
En este importante paso por el campo bravo español, Antonio Romero estuvo acompañado por Diego Robles, apoderado del matador de toros Juan José Padilla, y quien ha brindado su respaldo al zacatecano durante su estadía por suelo ibérico; además de los banderilleros Alejandro Escobar y Manuel Rodríguez, el picador José Manuel Quinta y el novillero Alejandro Fernández, quien también lidió un eral, todo en presencia del ganadero.
