Por la fiesta y no la fama

Gustavo Mares

En medio del ‘ojo del huracán’ este jueves saldrán a manifestarse a las calles de la Ciudad de México colectivos a favor de la tauromaquia, toda vez que se ciñe el riesgo de una prohibición del espectáculo con hondas raíces culturales.

Al mismo tiempo tomarán las calles los llamados ‘antis’, que patrocinados muchas veces con dinero del extranjero hacen del cuidado de los animales un negocio redondo.

Pareciera que debido a los ataques que la tauromaquia recibe desde afuera, al interior del ‘Arte de Cúchares’ todos cerrarían filas en contra del ‘enemigo’ pero en más de una ocasión ha quedado comprobado que el enemigo también está dentro de casa.

En plena ‘descalada taurina’, lo que había supuesto un renacer del espectáculo ha sido lo contrario. Por ejemplo, lo que pasó en Texcoco, que se suspendió luego del fraude que presuntamente habría cometido la empresa de Marcos Castilla, quien canceló la serie de festejos que programó y de la que apenas cumplió un par de ellos.

A los novilleros anunciados les pidió dinero, que no ha devuelto, mientras que a toreros de la talla de Joselito Adame, José Mauricio y Octavio García ‘El Payo’ quedó a deberles su salario a pesar de haber firmado un papel previo al festejo a que se comprometía a hacerlo, porque los toreros se negaban a partir plaza en tanto no tuvieran el dinero, pero creyeron en su palabra e hicieron el paseíllo.

Desafortunadamente para la fiesta brava de nuestro país ese tipo de noticias permean y trascienden más allá de lo taurino, haciendo que en la opinión pública se genere una imagen contraria a la fiesta brava.

Del otro lado de la moneda, hay quienes trabajan en pro de la tauromaquia, pero el esfuerzo que hacen no trasciende a los medios de comunicación. Lo hacen sin buscar los reflectores, sin afán de fama, cuando quizá sería bueno que de alguna u otra manera se supiera la labor que llevan a cabo.

Hace algunos días se les vio en las instalaciones del Senado de la República al diestro José Saborit, del colectivo Tauromaquia Mexicana, que defiende y promueve la fiesta brava en todos los ámbitos y desde todos los frentes; también se le vio al matador de toros Francisco Dóddoli, representante ejecutivo de la Asociación de Matadores, así como al apoderado del diestro Juan Luis Silis, el licenciado Fernando Rosique.

Aunque el motivo de la visita al inmueble ubicado en la esquina que conforman las dos avenidas más importantes de la Ciudad de México, Paseo de la Reforma e Insurgentes, se desconoce hasta el momento, sabemos que se habrían reunidos con Ricardo Monreal, líder de Morena en el Senado de la República.

Los puntos tratados no hace falta ser un erudito para imaginarlos. Quizá podría haber luz al final del túnel si el hombre fuerte de Morena en el Senado ha escuchado al presidente de nuestro país, Andrés Manuel López Obrador, quien en más de una ocasión ha subrayado la importancia de ‘prohibido, prohibir’.

Llama la atención que ni los toreros, ni el apoderado, que tan activamente trabajan en pro de la tauromaquia, se hayan manifestado al respecto y todo lo mantengan guardado celosamente como secreto de cofradía.

Por lo pronto queda claro quiénes sí, y quiénes no, jalan en una sola dirección a favor de la tauromaquia. Y eso incluye a todos los profesionales.

Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Qué torero se quedará sin servicio de cuadrillas?