HÉCTOR GABRIEL, torero por vocación contra todos los obstáculos

Hector Gabriel

Gustavo Mares

El matador de toros poblano Héctor Gabriel celebró tres años de alternativa, que tomó en Acrópolis, Puebla. Aquella tarde cortó merecida oreja. Parecía que pronto volvería a vestir de luces, pero tuvo que pasar un año y medio para que hiciera un nuevo paseíllo.

‘Fueron momentos complicados, pero después de ese tiempo me programaron en Teziutlán con un serio encierro de Tenexac’, recuerda poblano, que ese día dio un duro golpe de atención al cortar tres orejas y salir a hombros.

Sus buenas maneras le valieron para sumar tardes, todas en escenarios de máxima responsabilidad en la que era claro que en casa paseíllo se estaba jugando su próxima contratación.

Sin embargo y a pesar de los triunfos, los contratos no han caído en el número que quisiera: ‘Yo soy torero por vocación. No es fácil estar sentado el domingo en la sala de tu casa, mientras tus compañeros torean, pero hay que aguantar’.

‘EL TORO-TORO’

Desde que recibió el abrazo, Héctor ha cosechado importantes triunfos en los escenarios en los que se ha presentado como El Relicario de Puebla, donde en su etapa novilleril jamás se presentó, también la Plaza Jorge Ranchero Aguilar del Tlaxcala, El Pinal de Teziutlán, así como la Monumental de Apizaco, entre otros escenario del altiplano mexicano, donde el torero poblano se ha presentado siempre lidiando encierros muy serios, de esas divisas cuyo trapío es la bandera y a los que –hay que decirlo- muchos toreros de la parte alta del escalafón ‘le sacan la vuelta’.

‘Durante esos festejos también me pegaron una cornada fuerte fue en Puebla, pero son gajes del oficio’, reconoce.

Debido a la falta de oportunidades para vestir de luces Héctor Gabriel tiene que buscar formas alternas de ganarse la vida: ‘Vivo en torero las 24 horas del día y tengo que trabajar al mismo tiempo por lo que en la mañana, muy temprano, corro en el cerro. Es la preparación física. Por la noche cuando vuelvo del trabajo continuó con mis ensayos técnicos. Trabajo en la parte administrativa de una clínica’.

CAPACIDAD

A pesar de lo complicado de la situación, el poblano subraya: ‘Me siento capaz de afrontar cualquier compromiso. Para eso me preparo. Para ser torero debes ser muy disciplinado y profesional. Estar muy mentalizado en tu profesión’.

La crisis sanitaria que atraviesa el mundo y la situación económica que se avecina seguramente hará que las empresas taurinas modifiquen la manera de armar los carteles, algo que podría beneficiar al poblano. ‘Se comenta que podría haber cambios cuando pase la pandemia. Espero que esto nos pueda beneficiar a los toreros que poca actividad tenemos’ dice al ser cuestionado sobre si estaría dispuesto a torear astados con mucha edad y gran trapío.

Contra todo, Héctor Gabriel, quien el próximo mes cumplirá veinticuatro años de edad, no tira el arpa y mira el futuro con optimismo, quizá porque muy dentro de él no pierde la esperanza de hacer bueno aquel adagio taurino que dice: ‘El toro de 5 y el torero de 25’.

EL DATO

Héctor Gabriel tomó la alternativa en ‘Acrópolis’ Puebla el 21 de abril de 2017 de manos de Enrique Ponce. Actuó también el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza. El burel de la ceremonia, de Coyotepec, llevó por nombre ‘Cantaclaro’, número 61 y 510 kilogramos.

DE TIENTA

El poblano aprovecha su cercanía con Tlaxcala para tentar muy seguido en el campo bravo.