Durante 70 años, la tauromaquia francesa ha ido ligada al ‘pastís’ Ricard, bebida anisada tan propia del sur del país cuyo creador, Paul Ricard, era un incondicional de la tauromaquia y creó un patrocinio que aglutinó a los clubes taurinos del país. Ahora sus sucesores se disponen a terminarlo.
La empresa dejará de aportar a la tauromaquia una contribución que no faltaba desde 1955. En los últimos años, el cheque que provenía de Ricard rondaba los 150 mil euros (más de tres millones de pesos) y se distribuía a través de la Unión de Clubes Taurinos Paul Ricard (UCTPR).
Ricard ayudaba sobre todo a los pequeños pueblos, les imprimía los carteles, subvencionaba actos y colocaba su nombre en las vallas publicitarias, un sustento que en muchos casos era imprescindible. Una lástima que esto ocurra.