OREJA PARA DIEGO SILVETI Y GERARDO RIVERA EN TLAXCALA (*Fotos*)

Abrió sus puertas la Ranchero Aguilar, en este 25 de diciembre, fecha que no es costumbre es esta entidad, y aunque había un día espléndido con un clima excepcional, no se hizo el lleno que se esperaba.

Se lidiaron toros de tres ganaderías, 3 de Rancho Seco, justos, el primero brusco y el Segundo se dejó, y el 5o.bis. Deslucido.

2 de Magdalena González bien presentados uno muy bravo (3o), y no fácil y otro (5o.), manso y que fue devuelto a los corrales. Lo sustituyó un Rancho Seco, sin cara y que fue muy deslucido.

2 de García Méndez, el (4o.) muy protestado por su presencia, y el cierra plaza que fue el mejor de la tarde.

La presencia en conjunto de todo el encierro, dejó mucho que desear, y eso hizo que se perdiera el ambiente que había en la plaza, No merecía un cartel así, una corrida tan justa de presencia.

Jerónimo, ha tenido el santo de espaldas y no pudo conseguir el triunfo. Abrió plaza con un toro que no le dejó acomodarse, iba y venía, pero pegando tornillazos a la muleta. Cumplió con él.

Con su segundo lo intentó todo ante la indisposición del público, que pitó el toro durante toda la faena por su falta de presencia, y no le tomaron en cuenta. Terminó de tres pinchazos y una entera.

Diego Silveti, con su primero se mostró decidido y con muchas ganas de triunfar. Torero en todo momento, consiguiendo una faena completa desde los lances a pies juntos con el capote, hasta las tandas por ambas manos con la muleta. Se fue derecho detrás de la espada e hizo rodar al toro sin puntilla. Una oreja fue a dar a sus manos.

Su segundo fue devuelto por manso, al no querer ir a los capotes, era el toro más serio y con buen tipo, pero nunca quiso embestir.

El sustituto fue muy deslucido y no decía nada, Abrevió, no sin antes conseguir tres tandas por el lado derecho. Pinchazo y estocada, para escuchar silencio.

Gerardo Rivera, se enfrentó a un toro muy bravo y de difícil solución, no era nada fácil estar bien con él, embestía con fuerza y repitiendo si dejar acomodarse. Gerardo quiso y se plantó con él, yendo desde el principio de rodillas a la puerta de chiqueros, pero no pudo hacer la faena, necesitando este toro de recursos de más experiencia. Pinchazo y estocada. Silencio.

Con su segundo se volvió a ir a recibirlo a porta gayola, y de ahí en adelante le hizo una faena decidida con capote, banderillas y con muletazos largos y con firmeza. La gente le coreó en todo momento, merced a sus deseos y entrega. Pinchazo, estocada fulminante y con ello cortó una oreja.