El novillero Sebastián Ibelles lidió y mató ayer, a puerta cerrada en el cortijo familiar, tres toros de Marrón de imponente trapío. Dos dieron en la romana más de 550 kilogramos. El más pesado marcó 606 kilos.
‘Sólo así, con toros grandes y serios nos vamos a poder poner para afrontar la actividad en cuanto se reinicie, porque así de grande va a salir el toro en todas las plazas’, señala el novillero mexiquense, que en lo que va del año ha tenido oportunidad de lidiar nueve bureles todos de imponente trapío.
Reconoce que la preparación a la que se ha sometido: ‘Me viene bien. Por ejemplo con estos toros, muy serios, me sentí a gusto. Tranquilo, muy mentalizado en lo que estaba haciendo delante de ellos’.
Ibelles, uno de los novilleros triunfadores del escalafón mexicano, tiene una meta fija que espera alcanzar en cuanto las condiciones sanitarias lo permitan, ‘quiero tomar la alternativa. Para eso es la preparación y para eso salgo a buscar el triunfo cada tarde. Creo que esa es la meta que nos fijamos todos los novilleros, recibir el abrazo y para poder lograrlo en un cartel de postín hay que triunfar’.